domingo, 16 de septiembre de 2018

Descripción de la erupción del Nevado del Ruiz en 1595.



"El volcán Nevado del Ruiz, que arrasó en 1985 a Armero y generó muerte y destrucción en otros sectores del país, entre ellos Río Claro y El Destierro en Villamaría; La Primavera y Mitre en Chinchiná,  ya  había causado varias avalanchas devastadoras, entre ellas la de 1595, en plena Colonia y más tarde en 1845. 

Insertamos a continuación la narración del cronista español, Fray Pedro Simón alusiva al momento en que el "volcán de Cartago", como se llamaba entonces, "reventó" "convirtiendo al río Lagunilla en en más mazamorra que agua y la tierra quedó infecunda durante muchos años".





Ruinas del templo de la vereda Río Claro por donde pasó la avalancha del Nevado del Ruiz en 1985. Trescientos noventa años después del relato insertado en el presente texto de Fray Pedro Simón.



"1. Pero no podré excusar tratar algunas otras cosas que ellos no han tratado y su volcán y lo que con el sucedió el año de mil y quinientos y noventa y cinco, a doce de marzo, domingo de Lázaro, que llamamos en la cuaresma . (...)

2. Sucedió pues, que el día, mes y año dichos, habiendo salido el sol muy claro y despabilado, a dos horas de su luz, que sería como a las ocho, salió de este volcán un tan valiente, ronco y extraordinario trueno, y tras él otros tres no tan recios, que se oyeron a distancia de más de cuarenta leguas en su circunferencia y mucho más a la parte que soplaba el viento. Tras los cuales comenzaron a salir tan crecidos borbollones de ceniza orizente una noche muy oscura de tempestad y sin luna , y comenzó a caer envuelta con piedra pómez tan menuda como arena, que fue acrecentándose poco a poco, hasta ser como menudo granizo y que hacía el mismo ruido que en los tejados. Duró esto como dos horas, habiéndose aclarado algo el aire, hasta que después de ellas tornó a oscurecerse con un nubarrón tan espeso que no se podía leer una carta, con ser casi medio día, prosiguiendo siempre el llover la ceniza y piedra pómez hasta las dos del día con aquella oscuridad, porque aclarando entonces, quedo el horizonte como día nublado.




Ruinas de la Iglesia en Río Claro.



No cesó de llover de esta ceniza en toda la noche, de suerte que a la mañana estaba toda la tierra cubierta de más de una cuarta de piedra pómez y ceniza , que bajando pegajosa con la humedad que debía de tener el volcán de donde salía, se pegaba mucho a donde quiera que caía . Y así se descubrió al otro día la tierra tan triste y melancólica, cubierta de ceniza , árboles y plantas, sembrados , casas y todo lo demás, que parecía un día de juicio. Los ganados bramaban por no hallar que comer; las vacas no daban leche a sus becerros, las legumbres de las huertas no se parecían . Y como la mayor parte es toda esta tierra de montañas y arboledas, que todo el año están frescas, verdes y alegres a la vista, se acrecentaba la melancolía de verlas hechas montes y árboles de ceniza , que se extendió tanto hasta la parte del occidente, a donde debiera de correr el viento, que llegó hasta la ciudad de Toro, que está de la de Cartago veintiocho leguas, que con las ocho que hay del volcán a la ciudad de Cartago, vienen a ser más de treinta y seis las que voló, con gran daño de esta ciudad de Toro, pues acertando a estar tiernos los maíces, todos los derribó.

3. Los ríos y las quebradas corrían espesos, de suerte que los peces que tenían, huían de una parte y otra sin saber a donde, muchos de ellos saltaban a tierra buscando socorro contra el raudal de la ceniza. Acudió al del cielo la ciudad de Cartago con procesiones, sacrificios y otras plegarias a Dios, que fue servido con su acostumbrada piedad usarla en esta ocasión , enviando tan abundantes aguaceros, jueves y viernes siguientes, que lavaron todos los árboles y tierra, dejándola alegre y regada, de que estaba harto necesitada por estar muy seca antes que sucediera esta tempestad. La cual conocieron algunos caminantes que, yendo de la ciudad de Mariquita a Cartago tres días antes, tuvieron tan grandes temblores y bramidos de tierra, que entendieron perecer. Y el sábado en la noche, antes del domingo que llovió esta ceniza, vieron estos españoles que arrojaba el volcán gran número de piedras pómez, tan grandes como huevos de avestruz y de allí para abajo, hasta grueso de huevos de paloma, tan encendidos y chispeando como sale el hierro de la fragua, que parecían estrellas erráticas. Daban algunas sobre ellos y sobre sus caballos, que no los inquietaba poco.




Templo Río Claro.




Jaime Fernández Botero.




Orilla del Río Claro. Aun quedan vestigios de las colosales rocas que arrastró la avalancha de 1985,; hay mucha similitud con la narración de Fray Pedro Simón  alusiva a la erupción  de 1595. Aprenderemos las lecciones que nos da la historia y la naturaleza, las dos grandes maestras de la vida?


La parte que este cerro mira al oriente, que es la de la ciudad de Mariquita por una pequeña abra por donde salía tanta agua como una naranja, reventó con tan gran fuerza que hizo una abertura de más de trescientos pasos en ancho y de doscientos estados en hondo (de suerte que se hubo de echar el camino real que iba por allí, por otra parte.), por la que salía la poca agua, comenzó a salir tanta como grueso de dos bueyes, que dura hasta hoy.  Con que creció en aguas el río de Gualí que es el que riega los cimientos de la ciudad de Mariquita. El cual y otro su compañero que corre al sur, que llaman el de Lagunilla, y se originan ambos de la nieve que se derrite de este cerro, corrían tan cuajados de ceniza que más parecía mazamorra de cernada que agua.



Salieron ambos de madre, dejando la tierra por donde derramaron tan quemada, que en muchos años después no producía la tierra ni aún pequeñas hierbas. Los pescados de ambos ríos, que por ser muy grandes tienen muchos, no pudiendo huir de la tempestad encenizada que los traía antecogidos, perecían ante aquel barro cenizoso, que llegando así ambos ríos al de La Magdalena, donde entran, no dejaron de turbarle algo sus aguas aunque son tantas.

Bibliografía: Fray Pedro Simón. Noticias historiales. Tomo V. Bogotá , Banco Popular 1981. Tomado del libro HISTORIA GENERAL DE COLOMBIA . ANTOLOGÍA HISTÓRICA . Crónicas , documentos , análisis. Biblioteca NORMA del estudiante. Editorial NORMA.                                               

domingo, 15 de julio de 2018

Cronología de algunos episodios históricos de Santa Rosa de C.




.    La plaza. La capilla  constituía el símbolo de la fe, en los pueblos de origen antioqueño y en torno a ella se desarrollaba el crecimiento de la aldea. El primer templo de la ciudad, hecho de paredes de embutido, se erigió en donde hoy funciona el Banco de Colombia y la Casa de los Fundadores ;hasta 1.871 aproximadamente sirvió como epicentro de los oficios religiosos.  


    Los pueblos crecen casi espontáneamente, con un precario diseño urbano y con el tiempo cuando se han construido las viviendas y se consolida la comunidad, se ve la necesidad de replantear el trazado efectuado en las fundaciones.




              
Plaza de Colón y primera pila.
 
    En Santa Rosa de Cabal, el replanteamiento arquitectónico, que cimentó el crecimiento urbanístico se concretó en 1.870, cuando el Concejo Municipal, mediante acuerdo del 23 de mayo demarcó el sitio para la plaza, la iglesia, la casa municipal llamada en ese entonces, casa consistorial hoy sería la alcaldía; así mismo, determinaba el acto administrativo referido que las calles tendrán 80 metros de latitud, dividiendo cada manzana en 80 mts cuadrados. El presidente del concejo era Juan Marco Tobón y el alcalde, Juan González.


.    En el referido acuerdo de 1.870, se autorizó para que se abriera un libro para legalizar la propiedad de los solares de la parte urbana adjudicados a los pobladores de la ciudad, muchos de ellos habían cambiado de dueño, por venta, herencia, permuta u otra forma de adquirir la propiedad y como aún habían lotes disponibles en la parte urbana, se le autorizó al alcalde adjudicar “ a los vecinos que puedan edificar, un solar de 20 mts de frente y cuarenta de centro. Es bueno decir, que los predios asignados en la zona rural, llamados posesiones de campo, ya se habían formalizado legalmente a partir de 1.849.


.    En 1.871, el padre José Ramón Durán de Cázares ya estaba al frente de la construcción del nuevo templo, (la actual Basílica Menor), el 24 de septiembre del mencionado año, le escribía al alcalde : “siendo de absoluta necesidad que de todos modos propendamos al fomento de la sobras públicas y especialmente ahora a la construcción del templo del Señor, que con algún entusiasmo estamos construyendo, deseo que usted expida un decreto concediendo francas las maderas y demás elementos que para tal obra sean necesarios y que se hallen en la jurisdicción de su mando, si es que tal procedimiento está en la esfera de sus facultades o si no se digne recabar de  la corporación municipal para que ésta considerando la necesidad pública expida la resolución de que ningún elemento de construcción que se halle en terrenos de propietarios vecinos y que sirvan para la obra del Señor, sean estorbados por los dueños, pues esto es para satisfacer una necesidad pública como bien lo vemos todos”.

Mientras se iba construyendo la iglesia, la plaza no era más que un terraplén, con piso inclinado, sin árboles y carente de elementos ornamentales, hasta 1.890, cuando las autoridades municipales vieron la necesidad de hacer construir una pila donde la población pudiera abastecerse de agua. El primer acueducto, se había empezado a construir en 1888.







La pila se contrató con el arquitecto Lisandro Marvez. El alcalde de la época don Heliodoro Hurtado, abuelo del reverendo padre Fray Manuel López, recientemente fallecido y Adiela López, le escribía así al Concejo Municipal el 22 de diciembre de 1.890, justificando la necesidad de la fuente y por primera vez se, vislumbran posibilidades turísticas, cuando alude: “…es obra que interesa y embellece y que al mismo tiempo que sirve de ornato, es un bien general que llamará la atención no sólo a los habitantes de esta localidad, sino también a todas las personas que por esta plaza transitan para otros lugares, movido por las buenas intenciones que me animan de trabajar por la felicidad y adelanto y ornato de esta población…”

La obra era en forma de copa invertida construida en lámina de cobre. El valor total fue de $383, 78 ¾, distribuidos así: $300, ºº para el arquitecto; $89,60 en láminas de cobre para la copa; $22.50 en trementina y barniz y el resto en manteca, conducción de ladrillo, arena y gravilla.

Por la época el municipio atravesaba una penosa situación económica y la tesorería no tenía fondos; sin embargo la obra se efectuó porque tres ciudadanos hicieron al municipio un préstamo de $ 300ºº. Los mecenas fueron los señores José Ignacio Giraldo, Emiliano Henao, Eusebio Ángel y Eliseo López. En 1.896, la pila ya amenazaba ruina.


Segunda pila. Muchos años habían pasado desde el momento en que la primera fuente dejó de funcionar, cuando Rafael Genaro Mejía, presidente del Concejo en 1.908 habla de la necesidad de construir un nuevo surtidor para abastecer de agua a la población y al ganado durante las ferias que se celebraban en la plaza. Para financiarla se expidió un acuerdo, vendiendo diez pajas de agua. Como lo veremos más adelante, el referido proyecto se materializó a partir de 1913, con una fuente traída de Manizales.


En abril de 1.890, el alcalde, José Ignacio Giraldo, preocupado por el fétido ambiente producido por las emanaciones de los caños de aguas negras que tranquilamente algunos votables del pueblo vertían a la plaza, le escribía al Prefecto provincial del Quindío:  
      

“por la posición topográfica de esta plaza, las casas o edificios construidos hacia el sur, las aguas naturales como las inmundicias las sacan por acueducto a la plaza pública humedeciendo ésta o afectándola con tales despojos. Como yo creo que esto no es permitido y que los señores de dichas casas o edificios deben llevar las aguas de los comunes y los que se recojan al interior de los edificios por acueducto hasta lugares que no sean perjudiciales a la salubridad y aseo de la población. Me permito hacerle a usted, la siguiente consulta: ¿ Puedo impedir que dichos desagües derramen en la plaza de este municipio e intimar a los dueños de los edificios para que los lleven …”


En 1.913 se celebraba en la plaza principal la feria de ganado, pero también el mercado público; los comerciantes expendían sus productos en toldos o ventorrillos y debían pagar un impuesto tasado así: los puestos donde se vendían mercancías, cacharros y chicha 6 centavos; carne, cacao y tabaco 4 centavos; quienes vendían panela cancelaban al fisco municipal 4 centavos.




Pila traída desde Europa a Manizales , que estuvo frente al templo de la referida ciudad e inaugurada en el siglo XIX. y que a partir de 1913 estuvo en la plaza de Colón de Santa Rosa .






En 1.913, la pila que antes estuvo en Manizales, se instaló en la plaza principal llamada de Colón; por su adquisición, el municipio le pagó al señor Estalisnao Estrada la suma de $1.200ºº y en su colocación se invirtieron $552ºº. Era funcionarios de Santa Rosa, Félix Arias, alcalde; Uladislao Hurtado, tesorero; pastor Buitrago, presidente del concejo; Pedro A. Gallo, director del colegio  Robledo y Pascual López, director de la escuela de varones, padre de quien en 1.930, dirigiría las obras que transformaron la plaza principal.




En 1.914, se inicia la siembra de árboles en torno de la pila. El concejo faculta al alcalde para “que forme un parquecito jardín  en la plaza de Colón alrededor de la pila y en un perímetro hasta de 15 metros y para  sembrar en la misma plaza uno o dos series de árboles arrayanes de manera simétrica “. El presidente del concejo era Emiliano Henao.




Pila que inicialmente estuvo en la plaza principal de Manizales, frente a su templo y que luego se trasladó al parque Colón de Santa Rosa.





Parque de Colón. . En su epicentro, la pila tenía era el entro de atención.




El 11 de diciembre de 1.915 aumentaron considerablemente los robos en la población y hubo necesidad de contratar un cuerpo de serenos compuesto de 4 individuos que ganaban cada uno $8ºº pagados por el comercio de la ciudad y se encargaron de prestar el servicio durante la noche.



El 24 de diciembre de 1.916 se inauguró en Santa Rosa la energía eléctrica. El alcalde Jenaro Trujillo, le escribe al respecto al prefecto Provincial y hace alusión con tristeza al único crimen que se cometió en el año: “… Este año no ha ocurrido nada mas grave que el asesinato perpetrado en la persona del señor Antonio Correa; fuera de este desgraciado acontecimiento todo ha marchado bien. De suma importancia y trascendencia fue la inauguración del alumbrado eléctrico que se celebró con civismo y entusiasmo el 24 del presente mes…” 




La plaza principal tenía un ligero declive, en época de invierno el tránsito de semovientes y comerciantes durante los días de mercado incrementaba lodazales y charcos; para conjurar este perjuicio se decretó la empedrada de la plaza y de una parte de las calles que comprendían la ruta de los arrieros por la carrera catorce hacia el sur .. la aludida empedrada de calles y plaza, así como la siembra de 8 fértiles pinos o cipreses fue la primera mejora de importancia que se le hizo  hasta  1913 .


Los primeros automóviles empiezan a matricularse el 1º de junio de 1.924, en esta fecha Camilo Mejía E. pagó $10ºº  por el funcionamiento de dos autos para prestar el servicio público por las calles de la ciudad, la marca era Ford. En la época, para resaltar la calidad del auto, se decía que a “uno debían enterrarlo con un  Ford, porque este potente carro lo saca de cualquier hueco. “


El 31 de mayo los conductores Ernesto Villlamil y Ezequiel González, solicitaron el permiso para conducir y tener el oficio de chauffeur; la sofisticada palabra quedó reducida en la actualidad a la expresión chofer.

Parque de Colón 1928. Un Ford, modelo T en primer plano y posiblemente el primer vehículo traído a la ciudad.


El ingeniero Pascual López, nos cuenta en sus memorias que ”a la plaza con su jardín se le bautizó entonces con el nombre de “ Parque de Colón” puesto que fue inaugurado el 12 de octubre de 1.914 aniversario del descubrimiento de América”; la inauguración se hizo con discurso alusivo y ya en esa  fecha se celebra en Colombia la fiesta del árbol que en Santa Rosa se efectuó sembrando algunos ejemplares en el nuevo parque, a los acordes del hermoso himno del árbol que cantamos los escolares de la época” y que lo podemos encontrar ingresando a la página YouTube Jaime Fernández Botero. Himno al árbol. 



En 1.930 Colombia conmemoraba los cien años de la muerte de Simón Bolívar decretando honores a su memoria. Las plazas principales de las ciudades debían llevar el nombre del Libertador. La clase dirigente aprovechó la oportunidad para transformar el parque de Colón y cuando se estudiaban varias alternativas para ello, un joven ingeniero que apenas un año antes había obtenido el título, presentó una novedosa propuesta que cautivó a las autoridades locales, dejemos que el mismo nos narre estas vivencias:” … en mi concepto, los proyectos tendían más que todo a resolver los problemas de la erosión con prescindencia casi absoluta de su carácter de monumentos a la memoria del héroe; por ello, en un arranque de patriotismo y amor por mi patria chica y con alarde de profesional joven de entonces, inicié calladamente mi proyecto de plaza, que pocos días presenté, por conducto del señor personero, a la consideración del Honorable Concejo Municipal , entidad que acogió desde el primer momento el proyecto, autorizando la elaboración de planos definitivos; así mismo quedó bajo mi encargo y cuidado la dirección de la obra…”



Plaza de Bolívar que reemplazó al Parque de Colón.




Los trabajos se iniciaron en abril de 1.930, empezando por derribar árboles de abarcadura entre yarumos, cipreses, palmas y laureles y en medio de un clamor de protesta por la destrucción de tan generosos amigos plantados por nuestras propias manos, como reza el himno del árbol. Pero el motor que todo lo allana, impuso su querer para dar paso y vida a los nuevos conceptos de las plazas duras, bullangueras y republicanas. Dentro de este concepto, tampoco tenía cabida, la hermosa pila de la plaza, por lo cual se ordenó su desmonte  … de sus piezas en depósitos municipales para erigirla más tarde en uno de los  ….parques que se planeaban en la ciudad, tales como el de la plazuela del Rosario, haciendo bello contraste con el monumento de Fermín López”



 
En 1.931, el Concejo Municipal de Santa Rosa por  solicitud de la Corporación Edilicia de Manizales, le obsequió la histórica pila. La fuente fue instalada en el parque Los Fundadores; allí  engalana el emblemático sector, armonizando, sin desentonar,  con las modernas obras del cable que crearon un nuevo lenguaje arquitectónico en la capital de Caldas. Como La partida de la fuente coincidió con unos radios que la gobernación del departamento distribuyó en los municipios, en el imaginario colectivo de los santarrosanos, quedó la convicción que se había cambiado por un radio.




Plaza de Bolívar; al fondo la Casa Consistorial o alcaldía.




 El doctor Pascual López, ingeniero quien proyectó y dirigió la plaza nos narra la forma como se va materializando la obra: "Para el mes de octubre, ya se erguían triunfantes sobre plintos y pedestales, las columnas góticas del alumbrado : la primera de estas se levantó en el ángulo noroeste de la plaza, frente al ´pórtico de entrada al colegio de Jesús ; con las esbeltas columnas también tuvo vida la platea central, guardada por regimientos de balaustres que custodian su entrada y parejas de faros centinelas que le hacen guardia de honor. Como término de faena, de la entonces magna obra, se trajo en cuerpo y alma una buena rebanada de las frescas y verdes praderas del valle de Dosquebradas que en pequeños y cuadrados paneles, se arrumaron lateralmente para formar los ocho abanicos y cuatro corazones de verdura de la plaza; este fue, pues un legítimo trasplante de paisajes, aprisionado luego por un débil cordón de sardineles que le sirvieron de marco.


Pero como precursoras de verdura y simetría, primero que los prados, llegaron las Araucarias, traídas de Bogotá por don Guillermo Villegas, dinámico personero, quien se constituyó en el hombre clave para la feliz terminación de la obra. Precisamente en octubre del año 30, llegaron estos preciosos ejemplares de coníferas, muy pequeñas, apenas en edad de trasplantar…”



“ El nombre de parque de Colón dado a la plaza, perduró hasta 1.930, cuando fue inaugurada la actual , con el nombre de Plaza de Bolívar y no parque de Bolívar, como quedó arraigado, en muchas mentes, pues la actual perdió por completo las características de parque, para convertirse en una verdadera plaza y escenario de la vida civil, turística y democrática de la ciudad, no tan sólo por el cambio de su nombre sino por su nueva presentación adusta, dura, sencilla y espaciosa, con muestras góticas esparcidas dentro de un panorama de verdura, que enmarcan en estrecho abrazo las rectas y las curvas únicas verdades geométricas que engendran vida y calor a la misma naturaleza.




Los trabajos se iniciaron en abril de 1.930  siendo alcalde Blas Arbeláez, y se inauguró el 17 de diciembre de 1.930.El alcalde era don Jesús A. Idárraga. Presidente del  Consejo Benjamín Villegas.



1925, inauguración del ferrocarril en la ciudad.




El tren cruzando el puente de La Hermosa hacia el túnel de Boquerón 


En 1.925, se celebraba en Santa Rosa la inauguración del Ferrocarril, como era normal en la época, las grandes obras públicas se recibían con grandes festejos que duraban varios días y eran organizados por una junta nombrada por el alcalde. Los señores Jesús Jaramillo, Roberto Trujillo y Juan Bautista López prepararon el evento; asimismo, Blas Arbeláez, primer mandatario, como se acostumbraba desde la fundación nombró una policía cívica integrada por 21 ciudadanos que prestaban el servicio ad-honorem. El citado cuerpo civil de policía se nombró el 18 de julio para la “vigilancia moral y de los rateros, sobre todo en la estación del ferrocarril”.




Las fiestas patrias se celebraban con mucha pompa y entusiasmo: así lo revela la programación efectuada el 7 de agosto de 1.922, para conmemorar la Batalla de Boyacá:



El acto se iniciaba en la madrugada a las 4 de la mañana con una alborada en la que se hacían descargas con balas de salva; seguidamente todos los niños de la escuela urbana de varones recorrían con la banda del municipio las principales calles cantando himnos patrióticos. A las 7 a.m. se reunían en la iglesia para oír la Sagrada Misa con el correspondiente sermón del padre Diego María Gómez ( primer historiador que tuvo la ciudad); asistía el Concejo Municipal en pleno, todos los funcionarios y la comunidad en general. Posteriormente, en la parque de Colón, se reunían todas las comunidades en un acto solemne de juramento a la bandera: un insigne Santarrosano “ con entonado acento” se dirigía a los asistentes instándolos a expresar su fidelidad a los principios patrios; ¡sí juro¡ era el estentóreo clamor con el que  la población sellando su compromiso con la patria. Luego venía una carrera alrededor del parque, danzas por los estudiantes y un espectáculo brindado por un grupo de caballistas haciendo piruetas en sus corceles; se les llamaban, los jinetes de la muerte. La jornada de la mañana se terminaba con una carrosa cómica que despertaba hilaridad y risas. En la tarde, la solemnidad con el que se inició el acto había desaparecido y seguía la amable guachafita; la distensión  liberadora de tensiones se presentaba con los toros, pero se obligaba a los organizadores a cubrir con bolas de caucho los cuernos del “miura” para proteger al caballo (noble bruto) y al torero (bruto innoble), de las astas del vacuno. A las cinco de la tarde, continuaban las emociones con la vara de premio y por la noche todos los habitantes se reunían a ver cine público, las películas eran mudas, de humor o de mucha acción y cuando en estas se prendía una pelea ( dar cocadas se decía entonces), el público, emocionado, hacía devolver la cinta por varias ocasiones para disfrutar la refriega.




La ciudad, como era la esencia de la época, se regía por rigurosas normas que propendían por evitar que la anarquía y el libre albedrío incidieran en afectar el orden urbano. Los avisos y carteles debían fijarse en lugares debidamente predeterminados para ello y debían además respetar las normas de ortografía; así lo ordenaba un acto administrativo del Concejo Municipal, expedido el 9 de diciembre de 1.915: “…Publicaciones o avisos erróneos. Por cada aviso que se fije en lugares públicos y que adolezca de herrores ortográficos, o que estén reñidos con la estética, pagará el interesado 30 centavos oro y se le obliga a retirarlo.” Muy loable el deseo de preservar nuestro idioma, pero los concejales incurrieron  en el vicio que atacaban, pues incurrieron en la falta de escribir error con h; un verdadero horror, pero el acuerdo no lo retiraron.




En 1.924, las personas más solventes del municipio eran : Don José J. Arango con un capital de $ 20.000ºº; don Enrique Arbeláez con $32.000ºº; Don Juan Bautista Arbeláez  con $20.000ºº; don Jesús A. Botero con $24.000ºº; don Jesús Constain, $50.000ºº; Luis M. Mejía, $40.000ºº; don Víctor palacios , $50.000ºº; don Adolfo Restrepo, $20.000ºº; Don Juan Siluán, $14.000ºº y don Martiniano Trujillo, alcalde de Santa Rosa en muchas ocasiones y bisabuelo del ex presidente César Gaviria T., con $12.000ºº.  








 El Concejo Municipal, por acuerdo 29 de diciembre de 1.930, estableció para el año siguiente las tarifas para los diferentes establecimientos comerciales y de servicio. Los cafés empezaban  a emplear mujeres para atender a los clientes y considerando las autoridades que las “coperas”, peyorativo calificativo con el cual se les identifica desde entonces, podrían contribuir a relajar la moral, optaron por desestimularlos imponiendo a los establecimientos que emplearan el servicio de mujeres un oneroso impuesto de $100ºº por apertura y $50.ºº mensual, mientras que los que no emplearan las citadas féminas, sólo cancelaban $10ºº por apertura y $5.ºº de impuesto cada mes.




Esta estrategia que fue empleada con éxito con los vendedores de chicha, no prosperó en este caso porque el acuerdo fue anulado por la gobernación del departamento, pues  violaba el artículo único del Acto Legislativo nacional de 1.921, que garantizaba el ejercicio de las profesiones honestas y cerraba así el paso a las pretensiones moralizantes de los legisladores locales.







A partir de 1930 , donde hoy se encuentra la Plaza de Mercado, se organizan los encuentros de fútbol, al frente de la casa de don Juan Siluán, construida en 1928, hoy, Hotel Fundadores.




El fútbol comienza  a tomar fuerza en la ciudad en el año de 1.930, cuando se conformaron los equipos del Axter, el Once y el Bolívar. Los deportistas emplearon como sede de sus entrenamientos  y “desafíos” la plaza de los Fundadores, que era entonces un terraplén donde desde el 11 de octubre se había destinado para plaza de mercado, reemplazando el parque de Colón que estaba en pleno proceso de transformación. Sin embargo, algunos vecinos del sector molestos con los bombillos rotos, las tejas fracturadas y las paredes marcadas con los relieves de los  balones, en muchos casos una vejiga de cerdo cubierta con toscos pellejos de res cosidos con fibra de cuero por un zapatero, se quejaron ante la alcaldía y el 31 de diciembre de 1.930, el mandatario don Jesús Antonio Idárraga, prohibió el juego del balón en ese lugar. Pero un grupo de comerciantes del sector encabezado por don Juan Silúan, comerciante Sirio Libanés y los jóvenes deportistas en numerosas cartas dirigidas a las autoridades consignaron con respeto pero con contundencia, serios argumentos que dejaban en evidencia el poco fundamento de la providencia: “ … vedar la plaza de los Fundadores como campo de deportes sería echar de un solo tajo la cultura cívica de Santa Rosa a una fosa insondable lo que constituye un negro nubarrón en un medio donde la civilización  no sólo tocó , sino que penetró las puertas de la ciudad y ha echado fuerte raigambre en todos los sectores del conglomerado social…”, exponían Guillermo Trujillo y Alfredo Valencia, presidente y capitán del equipo Once; don Juan Siluán, por su parte en una extensa misiva defendió la práctica del balompié diciendo “deseamos  que continúe para proporcionar así un rato de solaz a nosotros mismo s y a nuestras familias; no es posible y es increíble que en Santa Rosa, por cuyas puertas ha penetrado gran parte de la civilización contemporánea se venga a prohibir un deporte que día a día atrae a él más amantes…” En el mismo sentido y reivindicando la importancia del deporte para la juventud, se pronunciaron los integrantes del equipo Bolívar representados por don J. Aristóbulo Gómez, presidente; José Ocampo; Alfonso Gómez, Enrique Ocampo Restrepo; Luis A. Arcila; Eliécer Duque; A González A. Eliécer Duque y Arturo Restrepo.




Las diferencias se zanjaron el 27 de enero de 1.931, cuando reunidos en la Casa Consistorial el alcalde y los capitanes de los equipos acordaron, en un ambiente de respeto, redactar un mini código para reglamentar los encuentros de fútbol: los equipos nombrarían un tesorero común; en caso de daños al alumbrado u otro tipo de perjuicio causado, pagaría el equipo responsable y en caso de no individualizarse la responsabilidad, el resarcimiento del daño estaría a cargo de todos los equipos. Si una escuadra “forastera”  hace un daño en cosa ajena, debía pagar el equipo local que aceptó el desafío. El nacimiento del fútbol en Santa Rosa fue un verdadero parto de mula, pero al final prevalecieron las razones y el sentido común se impuso sin dejar vencedores ni vencidos.




La Casa Consistorial. La Historia de la Casa Consistorial empieza en 1.870 cuando por medio del acuerdo del 3 de mayo se demarcaron los solares para construir la iglesia, plaza y casa consistorial equivalente a lo que hoy es la alcaldía. El predio estaba localizado en los lotes que hoy ocupan el Banco Cafetero y Telecom; en su época y de acuerdo con los agrimensores José María Gómez y Gregorio Londoño, uno de los fundadores, quienes midieron el predio nos dicen que el lugar destinado para cárcel y casa consistorial  está ubicado en la primera cuadra del lado norte de esta plaza( Banco Cafetero y Telecom), constante de 33 varas de fachada y cincuenta de centro y lindaba por el oriente con el solar de José Ramón Pino (hoy Banco de Bogotá); por el norte con solares de Vicente Castaño, Francisco Duque y el solar que ocupaba entonces la primera iglesia de la población ( hoy papelería Cauca y Casa Los Fundadores); por el occidente con casa y solar del padre José Ramón Durán de Cázarez, primer sacerdote que tuvo la aldea y por el sur con la plaza pública ( hoy plaza de Bolívar).






Casa Consistorial. Aparte de las dependencias administrativas llegó a albergar la cárcel en el primer piso, la escuela, el colegio Robledo después, el teatro municipal donde se presentaron  películas  y obras de teatro .




La casa consistorial a partir de la fecha referida se fue construyendo por etapas y sometida a cambios de acuerdo a las exigencias que la evolución administrativa del distrito requería; en 1.875, la casa donde despachaban los empleados era una construcción de dos pisos , en el superior habían dos piezas donde despachaban el alcalde y el juez municipal y en el otro recinto cumplían sus funciones los concejales; en la  primera planta quedaba la cárcel y se construía otra pieza adyacente para albergar las mujeres que delinquían pues no existiendo hasta ese momento lugar de reclusión para las féminas, se tenía que arrendar un local para ello.






A finales del siglo XIX y en la primera década del XX, se aceleraron los trabajos para adecuarla a las nuevas necesidades y sin que pudiéramos decir que estuviera toralmente terminada, en 1.912 presentaba la estructura que en términos generales conocimos hasta 1.968: dos pisos en su parte exterior y tres niveles en su interior..




La casa consistorial fue la sede de toda la actividad administrativa de la ciudad; allí funcionaban las dependencias de  la alcaldía, el concejo, juzgados, personería, tesorería, junta de caminos; escuela para niños en varias oportunidades;  cárcel en el piso inferior hasta 1.919;  teatro municipal con exhibiciones  cinematográficas y obras de teatro bajo la dirección del dramaturgo español Páez D´alfonso;  biblioteca pública y otras dependencias como juzgados.




Como epicentro de la actividad pública fue escenario de episodios trágicos y cómicos : en julio de 1.919, los detenidos se amotinaron y atrincherados en su interior mantuvieron en jaque a la fuerza publica local durante dos días, hasta que un destacamento venido de Pereira logró someterlos a sangre y fuego, una víctima y algunas fugas dejó el balance final del luctuoso  hecho; desde sus instalaciones  se dio orden de disparar a la multitud en 1.933, con el saldo trágico de la pérdida de dos vidas y varios heridos; uno de los reclusos rompió con una de los instrumentos de trabajo de los obreros la pared de la tesorería y hurtó un asuma considerable; las damas ardientes de Machín, recluidas por escándalo público, sin discreción alguna, en el apogeo de su juma, las emprendían contra el alcalde y los gendarmes con una variopinta de insultos y denuestos dignos de ser rescatados de la bruma del tiempo: “ alcalde cargaleña, cogés una tetica y te crees dueño del pueblo,” las pintorescas expresiones venían adobadas con la salsa de aquellas palabras que “la decencia impiden mencionar”, como decían los colonos fundadores.







La Casa Consistorial fue sede de las actividades cívicas y políticas.




Otros recuerdos afloran en nuestra mente, relacionados con la histórica casa:  En 1.934,  cuando se agudizaban las contiendas partidistas, don Miguel Ibáñez, alcalde de la ciudad, invitó por todos los medios posibles a los santarrosanos a la casa consistorial,  para  demostrar que la tradicional imagen del sagrado Corazón de Jesús aún permanecía en la alcaldía y  eran infundados y tendenciosos los rumores afirmando que la venerada efigie había sido sustituida por la de varios caudillos políticos. La gente fue recibida por el mandatario local y después de verificar la presencia del cuadro, se desactivó la tensión política.




En torno a sus balcones se aglomeraba la gente después de la salida de misa mayor para  escuchar la lectura del bando. El bando era la forma o se promulgaban los acuerdos del concejo y los decretos de los alcaldes, hoy se reemplazaron por la publicación en la gaceta departamental; este forma de dar a conocer las normas se empleaba desde la fundación de la ciudad y tenía una particular solemnidad: un tambor a manera de fanfarria anunciaba la lectura de las leyes y predisponía la atención del público; luego el alcalde o el secretario, con engolada voz, leía los actos administrativos y así, conocidos por la población, eran de estricto cumplimiento y se podía aplicar el célebre aforismo: “ la ignorancia de la ley no sirve de excusa para eludir la sanción, cuando se viola un precepto”





Plaza de mercado Los Fundadores.




Por acuerdo 12 de 1930, se dio nombre a la plaza antes  llamada Patiobonito  plaza los Fundadores . y se destina  para la celebración del mercado público desde el 11 de octubre en adelante. Queda desde esa fecha prohibido el mercado público que antes se realizaba en la plaza de Colón.



En 1.932, cuando durante la guerra con el Perú, el radio, que según la gente, había sido cambiado por una pila, se instalaba en los balcones de la casa consistorial y desde la calle la gente escuchaba los últimos acontecimientos del conflicto bélico. Por la misma época, el 11 de noviembre, la población escuchó desde el mismo escenario, con curiosidad no exenta  de admiración,  la alocución de María Josefa Cardona Jaramillo invitando a respaldar las políticas del presidente Olaya Herrera cuyo lema era “ paz en el interior y guerra en las fronteras “ ; la frase con la que culminó su encendido discurso desató atronadores aplausos y causó el delirio entre los asistentes : “¡ expulsaremos de Leticia al  invasor y luego ocuparemos el Perú e  iremos a Lima, para comprobar si es cierto que allí nunca llueve¡. La brillante intervención de la efervescente oradora ratificó la expresión acuñada por los defensores de los derechos de la mujer: “s i la mujer tiene derecho a subir al cadalso, también lo tiene a subir a la tribuna”.




El 6 de julio de 1933 Santa Rosa recibe al presidente Enrique Olaya Herrera; el discurso de recepción estuvo a cargo del comerciante Sirio Libanés Juan Siluán. Aún quedaban en la ciudad las huellas del enfrentamiento efectuado en el mes de abril en la plaza principal de las fuerza pública con un sector de la comunidad con un saldo de por lo menos una víctima y varios heridos  


Invasión de ratas. En 1.931 la ciudad sufrió una invasión de ratas; La Junta de Sanidad, bajo la dirección del doctor Pablo Emilio Lee Ayala, ante el peligro que la apocalíptica plaga significaba, puso precio a las cabezas de los roedores. Como el municipio, y Colombia en general, vivían una dura crisis económica por la caída de la bolsa en Nueva York y el desempleo aumentaba, la medida tuvo mucha acogida y significó para algunos un bálsamo para las penurias pues por cada bicho pagaban un centavo.




Como cosa curiosa, cuatro años más tarde, en 1.935, bajo la administración del señor Guillermo Rivera C.( no confundirlo con el actual ex senador), alcalde de la época, “ la sed de sangre” se dirigió contra los perros y los gatos debido a una epidemia de hidrofobia que se presentó en la ciudad. Ya no había recompensa, pero había “licencia para matar los perros y gatos que anduvieran vagando en las calles y plazas de la población; la cruel medida, se hizo extensiva incluso en el interior de patios y solares, si los citados animales domésticos, no estaban amarrados y embozados, concediendo así una patente de corso, para penetrar hasta los domicilios privados con el pretexto de eliminar las posibilidades de expansión de la temida enfermedad.




Busto del fundador de Santa Rosa , inaugurado en 1944 con motivo del Centenario de la ciudad realizado por el maestro Gonzalo Quintero Castaño.



En 1944, Santa Rosa celebra su centenario de fundación. Una de las obras con las  cuales se conmemoró la significativa efemérides fue la inauguración del Monumento a los fundadores, La obra a cargo de la Sociedad de Mejoras Públicas fue financiada con el aporte de las colonias de santarrosanos residentes en el país y en el extranjero; el busto del fundador Fermín López, fue realizado por el maestro Gonzalo Quintero fundador y director en su momento de la Escuela de Bellas Artes con sede en Manizales donde había nacido este destacado artista y educador el 7 de febrero de 1895, fallecido en la misma ciudad        










  




         


                                           

Santa Rosa de Cabal y Salamina.



Salamina fue fundada en 1825 por colonos antioqueños sobre la cresta de una cuchilla , enmarcada por los profundos cañones de los ríos Chamberí y San Félix.

La arisca topografía , impuso  los fundadores soluciones arquitectónicas originales e innovadoras empleando los materiales de la región como el bahareque moldeado con mezcla de barro, arena , boñiga paja y agua ; tapia pisada y las maderas nativas primorosamente talladas por inspirados artesanos que hacían poesía esculpiendo el cedro, el guayacán, la guadua y otros árboles propiso de nuestra biodiversidad.





Con los materiales de la región se moldearon edificios de varios pisos que desafiaron las leyes de la gravedad.






Elegantes viviendas.



Así se moldearon sorprendentes construcciones como prácticos edificios que desafiaron las leyes de la gravedad, hasta elegantes viviendas visualmente impactantantes por sus vistosos colores; portones y contraportones que dejan entrever a través de sus ricos y ornamentados calados acogedores patios interiores y una disposición espacial que plasman la esencia de una época signada por marcadas relaciones de confianza entre la comunidad y clanes familiares con numerosos miembros.




Templo de Salamina.





Su templo tiene un sello propio: consta de una sola nave.




Ingeniosos talladores esculpen poesía en la madera.





Su templo tiene un sello propio y auténtico: consta de una sola nave, sin columnas que interfieran el contacto visual con las expresivas imágenes traídas de Barcelona, hermosos altares tallados por maestros de la ebanistería como Eliseo Tangarife. El templo fue diseñado por el ingeniero Inglés William Martin, quien conocedor de los principios aplicados en los profundos socavones de las minas de Marmato, logró que este  reto de la ingeniería desafiara el tiempo y las contingencias sísmicas. Su discreta pero expresiva iluminación, nos trasmite la paz interior como un mensaje de la divinidad, encarnada en una obra diseñada por "un inglés protestante y masón" y sacerdotes como los presbíteros Isaza y Barco y excelsos talladores quienes dejaron una escuela en la región.

Los cuatro puntos cardinales ofrecen al visitante imágenes pletóricas de sugestivos y significativos elementos arquitectónicos : balcones con hierro forjado, zaguanes, portones y pórticos de madera tallada por el legendario Eliseo Tangarife y otros maestros quienes plasmaron su arte con una ornamentación tomada de la flora y la fauna de la región andina, matizada con graciosas e inquietantes figuras humanas que evocan la mitología local y aquellos personajes típicos que como el negro Teban, dejaron en la comunidad una pincelada pintoresca y graciosa; la historia de nuestros pueblos no estaría completa si se ignoran las espontáneas actividades de estos protagonistas del devenir parroquial.





Su arquitectura :una verdadera sinfonía







Casa de la Cultura, edificio emblemático de Salamina .




Pórtico de la Casa de la Cultura, tallado por el maestro Eliseo Tangarife. ( foto Internet9





Hermosa pila traída de Francia, otro de los atractivos de Salamina.



Por eso, Salamima fue declarada Monumento Nacional y nombrada como uno de los pueblos Patrimonio de Colombia como Mompox, Villa de Leyva y Santa Fe de Antioquia, entre otras.

Fue un punto clave por el cual se desarrolló la Colonización Antioqueña, pues de allí salieron los fundadores de pueblos como Santa Rosa de Cabal, Neira, Aranzazu y muchos más ; por eso, se le reconoce su condición de Madre de Ciudades. 



En medio del conflicto de tierras, Fermín López y José Hurtado, entre otros salieron de Salamina, hacia la Provincia del Cauca.



Precisamente de Salamina salieron, ente otros,  los fundadores de Santa Rosa de Cabal Fermín López y José Hurtado hacia tierras de la provincia del Cauca donde el gobierno de la Nueva Granada, ofrecía terrenos baldíos a título gratuito a quienes decidieran poblar los desiertos territorios del norte caucano. Aunque Fermín López y sus compañeros habían fundado a Salamina, su sueño de poseer sus querencias estaba ensombrecido por cuanto sus posesiones las reclamaba Juan de Dios Aránzazu como heredero de Jesús María a quien en la época de la colonia la Real Audiencia le había otorgado las tierras del sur de Antioquia, surgiendo serios conflictos entre el heredero del terrateniente, inicialmente y luego la sociedad Gonzáles y Salazar usufructuaria de sus derechos, entidad que acosó a los campesinos y forzó lo que algún historiador llamó "la lucha del hacha y el papel sellado": el hacha por el esfuerzo del colono y el papel sellado por los derechos reclamados por la sociedad a través de demandas e intimidaciones. En medio de este tenso ambiente El fundador de Santa Rosa y algunas familias se dirigieron a tierras caucanas.




Pueblo Rico, hermosa vereda de Neira por donde pasó Fermín López.





Imagen que desde Pueblo Rico  observó Fermín López, del sitio donde años después se fundaría a Manizales y donde inicialmente, se estableció el esforzado colonizador.





Pueblo Rico.




Tras las huellas de Fermín López. Fermín López, pasó en su peregrinaje en pos de ser dueño de su propio destino, por Pueblo Rico, fracción perteneciente hoy al municipio de Neira y "haciendo camino al andar" descendió al cañón del río Guacaica; allí la tragedia dejó su fatal impronta en el alma de los expedicionarios pues el caudaloso río cobró la vida de un joven que vio truncado su sueño de autonomía y libertad.

La subida a la cuchilla del Salado, fue ardua y después de sufrir los embates del clima, la arisca topografía se ubicaron en el entorno del cerro llamado hoy cerro de San Cancio, con el propósito de iniciar un nuevo asentamiento poblacional; sin embargo, después de un tiempo, comprobó que aún seguía en tierras antioqueñas reclamadas por los aranzazu y sus herederos , pues había cometido un error al cruzar el río Guacaica y confundirlo con el Chinchiná, verdadero límite entre las provincias de Antioquia y Cauca. Continuó su marcha, cruzó el límite entre las dos provincias y decidido a obtener autorización para fundar un pueblo se encaminó a Cartago, donde permaneció un tiempo como lo atestigua el acta de avecindamiento que firmó en la entonces Capital del Cantón. Una vez, hecho loas peticiones pertinentes, obtuvo a través de un decreto del Presidente Pedro Alcántara Herrán, la autorización para fundar un sitio llamado CABAL, ubicado en la Provincia del Cauca, Cantón de Cartago, República de la Nueva Granada. Su sueño , estaba cumplido.




Descendiendo tras las huellas de Fermín López al cañón del río Guacaica.






El autor del presente blog, Jaime Fernández Botero y Leonardo Ramírez cerca del Guacaica tras las huellas de Fermín López.




Cañón del río Guacaica.




Observando la desafiante bajada de Pueblo Rico, el imponente cañón del Guacaica y desfallecientes por la subida al granítico muro del Salado, admiramos y reconocemos la gesta de aquellos colonos  con perfiles   de  montaña, recorriendo sus huellas y metiéndonos en sus alpargatas adquirimos conciencia de su gesta.
 



Imponente cuchilla del Salado, antes de llegar a Manizales.



San Cancio, lugar donde inicialmente se estableció Fermín López.





Otra imagen del emblemático cerro. Después de que Fermín López abandonó sus sembrados tomó el nombre de Rastrojos, cuando los fundadores de Manizales llegaron al lugar ; luego se denominó San Cancio.



Su gesta y capacidad de liderazgo,  a pesar de los intentos de restarle méritos hoy, fue reconocida por quienes lo acompañaron en su odisea a pesar de su edad, casi patriarcal como lo acredita su acta de defunción, suscrita por el sacerdote José Ramón Durán de Cázares:


 En esta Santa Iglesia de la viceparroquia de Nuestra Señora de las Victorias de Cabal a los veintisiete días, del mes de sepbre. del año de mil ochocientos cuarenta y ceis, yo el Coadjutor interino de ella Prbo. José Ramón Durán de Cázares, di cepultura eclesiástica segn. el Ritual Romano al cadáver del señor  Fermín López, adulto , viudo de la señora Salbadora Osorio y casado en segundas nupcias con la señora Ana Joaquina de Hurtado, a dicho señor López administré los Santos Sacramentos de Penitencia i extrema unción ... El señor Fermín López murió a la edad de ochenta i dos años de muerte natural, fue hijo de Rionegro en la Provincia de Antioquia empezó la fundación de Salamina en la misma Provincia i terminó su carrera en esta nueva población, siendo el, el primer explorador de estos miserables deciertos, por culla razón se ha hecho acreedor de los recuerdos de sus amigos. Todo lo espresado o relacionado , lo certifico i firmo pa. que así conste.

JOSÉ RAMÓN DURAN DE CÁZARES.