El 13 de octubre de 1844 el presidente Pedro Alcántara Herrán autorizó la fundación de un sitio llamado Cabal ubicado en la Provincia del Cauca, Cantón de Cartago, República de la Nueva Granada. En 1852 la aldea fue erigida a la condición de Distrito Parroquial con el nombre de Santa Rosa de Cabal. La ciudad fue la primera población de origen antioqueño fundada en territorio caucano y muy pronto sus habitantes, trabajando gratuitamente como era el espíritu de la época, empezaron a construir puentes; caminos como el del Privilegio que unió al Cauca con Antioquia desde Cartago a Villamaría y vías para comunicar las distintas fracciones de su extenso territorio. Con el tiempo algunos de estos caminos propiciaron el florecimiento de importantes ciudades como San Francisco (Chinchiná) y Villamaría poblaciones cuyos territorios se segregaron de Santa Rosa una vez adquirieron independencia administrativa.
Hasta finales del siglo XIX, en 1888, para ser más preciso, los habitantes seguían reclamando una indemnización por las tierras perdidas en los referidos procesos fundacionales.
Santa Rosa y Marsella, dos ciudades unidas por la historia. En 1860, Pedro Pineda y un grupo de pioneros venidos de Villamaría fundaron a Marsella con el nombre de Villarrica y desde ese momento sus fundadores establecieron con Santa Rosa fuertes vínculos comerciales, religiosos y político administrativos.
Pedro Pineda y sus compañeros venían con frecuencia a Santa Rosa con el fin de adquirir semillas de tabaco, algodón cabuya y plátano y a su vez traían el hobambo, un tubérculo del cual se extraía una especie de almidón y que en épocas de penuria o de guerra como la de 1885 se empleaba como alimento, pues los bandos en disputa, voraces como langostas, asolaban la región reclutando campesinos, imponiendo contribuciones forzosas, expropiando y destruyendo las obras construidas con el esfuerzo colectivo como el puente sobre el río Otún y la escuela arrasando la incipiente economía local.
Desde el Alto del Rayo La Montaña Encantada del Chuzo se veía a los ojos de los fundadores imponente, majestuosa,, 1,inquietante1 |
El Alto del Chuzo visto desde territorio de Marsella. |
La fe fue uno de los valores trascendentales de los colonizadores antioqueños; inspirados con el lema "Dios y Patria" forjaron con civismo y desinterés una comunidad a la altura de sus ideales. En momentos en que por diferentes circunstancias los habitantes de Segovia no podían contar con la presencia del sacerdote para rituar todos los actos propios de los sacramentos y la liturgia católica emprendían el largo y tortuoso camino a Santa Rosa para celebrar una boda o bautizar a un niño. El primer matrimonio en la naciente comunidad lo realizaron el señor Justo Bedoya y la señora Valeria Pineda; la pareja emprendió un largo viaje a Santa Rosa donde con anticipación se habían corrido las admonisiones pertinentes. conminando a los fieles a "hablar ahora o callar para siempre" respecto de algún impedimento que los contrayentes pudieran tener para celebrar la boda.
Para desafiar las inquietantes presencias de la Montaña Encantada había que portar un gajo de ajos, el cordón de San Blas y una oración en los labios. |
Aunque el camino era áspero y abrupto y los rigores del clima ponían a prueba el temple de los jóvenes, el embriagador paisaje los energizaba y fortalecía: desde el Alto del Rayo y La Miranda el enigmático Alto del Chuzo y su entorno embriagaba los sentidos atenuando los rigores del clima y la ardua jornada. El río San Francisco calmó su sed y mientras descansaban arrullados por sus susurros y los trinos y gorjeos de los pájaros que medraban en el extenso dosel verde formado por carboneros, sietecueros, yarumos , lembos y arrayanes observaron con admiración no exenta de inquietud el Alto del Chuzo; se decía que al ingresar a los dominios de "La Montaña Encantada" extrañas presencias poblaban el sector: una gallina con pollitos de oro, puertas que se abrían, el tañido de una campana rayos y centellas caían como metralla en torno de los viajeros y bolas de fuego gravitaban en torno de la piramidal mole. Como había una misión que cumplir y además para vencer a los fantasmas y los endriagos no había que mostrarles miedo la pareja reanudó la marcha no sin antes sacar de su equipaje un gajo de ajos, una estampita y el cordón de San Blas para conjurar los hechizos. Llegaron su novedad al Componete en las goteras de la aldea de Santa Rosa; allí con el agua refrescante de un cantarino manantial se limpiaron el sudor; humedecieron y peinaron sus leonadas cabelleras y cambiaron sus trajinadas y empantanadas cotizas tragaleguas por un reluciente calzado especialmente escogido para la ocasión. Previo a la bendición los contrayentes debieron escuchar la oración a los casados: " Señor, sed propicio a nuestros ruegos, y acompañad con nuestra bendición el Sacramento que instituisteis para la propagación del género humano, para lo que es unido por vuestra autoridad, se conserve por vuestra asistencia ...".
Al finalizar la ceremonia quedaron en sus mentes grabadas para siempre las palabras de Sor Juana Inés de la Cruz expresadas por el sacerdote durante la misa de casamiento: " ha de ser una fidelísima esposa tan unida a su caro consorte en lo próspero como en lo adverso; tan fina en la tristeza como en la alegría; tan amante en la muerte como en la vida". Habían recibido el lazo que atado a su cuello forma el nudo que sólo se dasata con la guadaña de la muerte. Les esperaba el largo camino de regreso a casa pero exultantes como estaban, no lo sentirían, habían sellado su amor con la bendición divina los esperaba su querencia solariega y la comunidad unida por relaciones de confianza surgida del trabajo comunitario que construiría las escuelas, los caminos, el cementerio, la Casa Consistorial en forma colectiva y gratuita dejando la semilla para forjar en el futuro El Municipio Verde de Colombia inspirado en los valores de los colonizadores y honrando su legado ambiental y cultural.
Pero además de los vínculos que estableció el comercio y la fe entre las dos poblaciones; en determinado momento de la historia Santa Rosa y Marsella estuvieron políticamente integrados. En 1876 los Estados Unidos de Colombia vivió otra de las muchas guerras civiles y, como ocurría siempre que los "héroes de la Patria" se bajaban de su pedestal para mantener por las armas sus pretensiones ideológicas y de poder, el patrimonio público que las poblaciones habían construido con su trabajo colectivo y gratuito era arrasado por los ejércitos en contienda: el puente sobre el río Otún de "madera fina labrada"erigido en 1852 por los santarrosanos fue arrasado por el ejército del gobierno y la escuela corrió idéntica suerte; además los pupitres y útiles escolares quedaron esparcidos por los alrededores. $800.ºº Fué el valor que el Estado prometió cancelar para resarcir el daño causado, pero nunca se concretó la referida indemnización.
Marsella no corrió con mejor suerte de acuerdo con la misiva enviado por el alcalde al Jefe Municipal del Quindío expresando: " ..el archivo de Segovia desapareció con la retirada del ejército rebelde de Antioquia cuando ocupaba las riberas del río Otún."
El caos post conflicto hizo que el Jefe Municipal del Quindío con sede en Cartago ordenara al alcalde de Santa Rosa pasar al caserío de Segovia para dar cuenta de los daños materiales registrados y efectuar el inventario de los elementos de guerra existentes. Las circunstancias exigieron que el corregidor de Segovia y la población dependieran de Santa Rosa y así en 1877, cuando se discutía la conformación del presupuesto de la citada ciudad para el año 1878 se incluyeron los gastos de la aldea de Segovia y para tener suficientes elementos de juicio para elaborar el aludido acto administrativo a instancias del alcalde, se desplazaron a Santa Rosa "dos personas honradas" para informar al cabildo sobre "la contribución directa que le cabe al caserío para los gastos de todo el año, es decir para pagar los sueldos del secretario, el preceptor de la escuela y el agrimensor oficial que debía medir las 3000 hectáreas que le corresponden al caserío. Al preceptor de la escuela Luciano Jaramillo se le adeudaban cuatro meses de sueldo.
Una vez aprobado el presupuesto de Gastos de Santa Rosa que incluía también las rentas y gastos de Segovia, era dado a conocer por bando en las dos localidades haciendo la promulgación ante toda la población después de un toque de tambor.
Corregimiento de El Español. La memoria colectiva de la fracción aún recuerda con cariño las gestas cívicas y religiosas del sacerdote Jesús María Estrada. |
Tras las huellas del antiguo camino que unió a Santa Rosa con Marsella.
Las venas por donde fluía el progreso. Huellas del histórico camino un poco antes del Alto de la Cruz. (foto Andrés Mauricio Gutiérrez) |
La gaviota. Al continuar el recorrido el grupo de expedicionarios encuentra un lugar que debe ser conocido por los amantes de la naturaleza y los niños de la región, ubicado en el sector del Chuzo: se trata de la finca LA GAVIOTA, de propiedad de la Chec. El citado predio constituye un verdadero santuario natural con un atractivo sendero ecológico rodeado por árboles nativos que le ofrecen a las aves, perros de monte, coatíes, reptiles, marsupiales, perezosos y en general a toda la acorralada y perseguida fauna silvestre un edénico refugio digno de exaltar. La esplendorosa reserva ambiental además de albergar especies nativas protege las fuentes de agua que alimentan los acueductos del corregimiento del Español, La Florida y otras veredas de la zona rural.
Unas veces una fina grama cubre a manera de tapete el suelo; otras sentimos el crujir de la hojarasca al ritmo de nuestros pasos; pintorescos puentes se erigen graciosamente sobre los numerosos riachuelos armonizando con el entorno. No resistimos la tentación de caminar descalzos como Borges lo expresó en su poema INSTANTES.
El
sendero ecológico atraviesa extensos sembrados de guadua y árboles nativos,
ofreciendo una experiencia sublime al caminante: la vegetación se entrelaza
formando hermosos laberintos mientras sobre el verde dosel se escucha la
nostálgica letanía del "tres pies" o el animado canto del turpial.
Unas veces una fina grama cubre a manera de tapete el suelo; otras sentimos el crujir de la hojarasca al ritmo de nuestros pasos; pintorescos puentes se erigen graciosamente sobre los numerosos riachuelos armonizando con el entorno. No resistimos la tentación de caminar descalzos como Borges lo expresó en su poema INSTANTES.
El sendero ecológico atraviesa extensos sembrados de guadua y árboles nativos, ofreciendo una experiencia sublime al caminante: la vegetación se entrelaza formando hermosos laberintos mientras sobre el verde dosel se escucha la nostálgica letanía del "tres pies" o el animado canto del turpial; unas veces una fina grama cubre a manera de tapete el suelo; otras sentimos el crujir de la hojarasca al ritmo de nuestros pasos; pintorescos puentes se erigen graciosamente sobre los numerosos riachuelos armonizando con el entorno. No resistimos la tentación de caminar descalzos como Borges lo expresaba en sus añoranzas, o de imitar a los japoneses quienes al ingresar a sus santuarios dejaban sus zapatos afuera y con ellos las malas energías acumuladas en el smog, la polución, la insolidaridad y el desasosiego de la ciudad. Sentimos como nuestros indígenas la caricia de la tierra, ajena al blindaje de cemento que "el progreso" desdibujó; sintonizados con la Pacha Mama nos convertimos en un polo eléctrico de circuito abierto canalizando e impregnándonos de la fuerza y las energías de la naturaleza.
Armando de nacionalidad cubana copropietarios del restaurante Don Lolo y Andrés Mauricio Gutiérrez, operador turístico admiran una de las muchas especies nativas que prosperan en la finca La Gaviota. |
Enmanuel Zellagro establece la existencia de ciertas montañas y lugares especiales considerados sagrados por estar
dotados de una cualidad mágica o de un poder o fuerza que nos permite sentirnos mucho más vivos o en contacto directo con la verdadera esencia de la vida , son los llamados Sitios de Poder,(Alto del Chuzo, antiguo camino Santa Rosa Segovia)
Michael Faraday el físico Inglés descubrió desde el siglo XIX la interacción de la energía del universo, comprobando que el núcleo terrestre está compuesto de hierro líquido generando el campo magnético de la tierra cuyas fuerzas se extienden hacia el espacio concentrándose en mayor grado en los polos y en otros lugares como ciertas montañas; estos fuerzas invisibles o mundos ocultos se complementan con los campos eléctricos generados por procesos naturales concentrados en la atmósfera, la tierra y un tercero que traslada carga eléctrica entre la atmósfera y la tierra y originan sobre la naturaleza ciertos fenómenos como el persistente bombardeo de rayos, las "bolas de fuego" que no son más que electricidad estática liberada bajo ciertas condiciones físicas o como la aurora boreal y otras manifestaciones catalogadas como paranormales pero que a la luz de las investigaciones realizadas por Faraday y Maxwell tienen una explicación lógica y con un fundamento científico en las leyes naturales que rigen el electromagnetismo. Se ha dicho que no se mueve la hoja de un árbol sin que se afecte la estrella más cercana, se habla además del llamado efecto mariposa y si estas fuerzas ocultas generan mutaciones en la naturaleza, con mayor razón influyen en el ser humano: a algunos los lleva a estados superiores de conciencia, a otros posiblemente los conduzca a los límites de la locura o simplemente los sensibilice para apreciar en todo su esplendor las maravillas de la creación y de la naturaleza.
Michael Faraday se levantó de la pobreza en una de las sociedades más clasistas descubriendo las "fuerzas invisibles que moldean al mundo y a los seres humanos : el electromagnetismo.
Ya con los antecedentes descritos es posible comprender las "fuerzas invisibles" y su influencia en la creación del pensamiento mítico -mágico que rodea al Chuzo, cuna de avistamientos, reales o presuntos, y de leyendas e historias que cumplieron la función de establecer correctivos sociales, difundieron mensajes de preservación del medio ambiente, reprodujeron los valores existentes de la época y reforzaron la identidad, el sentido de pertenencia y la cohesión social de la sociedad .
La tierra se comporta como un enorme imán generando un poderoso campo magnético e interactuando con otras manifestaciones energéticas como los sistemas eléctricos de la atmósfera y la tierra. El electromagnetisno se concentra con mayor o menor intensidad en diferentes puntos de la tierra, influyendo en el entorno y en los seres humanos; estos lugares se conocen como Sitios de Poder.
Rumbo a Marsella: el aroma de la guayaba madura. Después de escapar del embrujo de la Montaña Mágica y tomar un agradable café en la casa de los Alpes, continuamos la marcha hacia el río San Francisco; debo decir que en el trayecto encontramos lugares que llamaban la atención como una gigantesca piedra cóncava en su interior y plagada de historias como es la característica de todo el sector. En las riveras del San Francisco volvimos a evocar " el olor de la guayaba madura" y aceptando la cosecha que la pródiga tierra nos ofrecía paladeamos con fruición el bocato di cardenale ofrecido por la naturaleza, en medio de enjambres de maravillosas y cromadas mariposas que como un himno a la vida levitaban en el idílico paraje como si el espíritu de Mauricio Babilonia y su genio creador García Márquez nos acompañaran.
la Miranda predio ubicado en inmediaciones del Alto del Rayo en jurisdicción de Marsella.
El ascenso al Alto del rayo se convierte en un reto para los conductores de los vehículos por el empinado y abrupto terreno; uno de los camperos no estuvo a la altura del exigente recorrido y hubo que dejarlo en una de las casas cercanas. Mientras se tomaba la decisión, vimos como un invidente desafiaba la montaña vacilante, tanteando el terreno con su bastón; su nombre era Heriberto, nos confesó que a veces deseaba la muerte, pero cuando lo aquejaba algún mal, se arrepentía y disfrutaba los amaneceres a través de los cantos y trinos de los pájaros; "me gusta mucho el dinero y las mujeres", nos dijo," pero como no tengo ni lo uno ni lo otro, me conformo con Dios y María Santísima". Mientras lo entrevistábamos para nuestro programa de televisión noté un profundo y respetuoso silencio entre los presentes; su historia de vida había agitado nuestra alma y estremecido lo más profundo de muestro ser.
Centro Educativo El Rayo, sede Miracampo.
El paisaje era embriagador: trescientos sesenta grados de "verde de todos los colores" según la feliz expresión de William Ospina para referirse a Colombia, a pesar de la actitud omisiva de su dirigencia para preservar la herencia ambiental. Noté con sorpresa que a pesar de estar en las goteras de Marsella, el Alto del Chuzo seguía siendo un referente en todo el sector.
Notamos con sorpresa que a pesar de estar en Marsella, el Alto del Chuzo nos seguía energizando.
Una vez superado El Alto del Rayo, hicimos un breve interregno para apreciar la reserva o parque natural de La Nona, otro santuario natural de nuestra región, verdadera fábrica de agua que como el jardín Botánico debe ser visitado por las nuevas generaciones para conocer en detalle la maravillosa dinámica de nuestros bosques nativos: conociéndolos los protegeremos, porque nadie preserva lo que no conoce.
Y por fin , enmarcada por los distintos tonos de verde, observamos con emoción la imagen de Marsella.! Nuestra misión estaba cumplida.!
Por fin, enmarcada por distintos tonos de verde, observamos con emoción la imagen del Municipio Verde de Colombia.
Ya en la ciudad apreciamos la arquitectura raizal matizada con colores que impactan visualmente, grandes aleros que además de preservar la fragilidad del bahareque sirven de refugio a las aves de la región; un élam cultural fluye por doquier desde su imponente Casa de la Cultura complementado por la frenética actividad desplegada por los entusiastas jóvenes de ASOMART, auscultando con sus cámaras y micrófonos la realidad parroquial y reforzando las raíces ancestrales; el espíritu alterado por el esmog y el frenético ritmo de las urbes anárquicas encuentra el sosiego y la apacible calma transitando por las calles de la ciudad o dialogando con sus gentes, calma personificada por el noble can que alcancé a observar en la tranquila plaza y es vox populi que siempre acude con devoción, respeto y solemnidad a las honras fúnebres de quienes abandonan este valle de lágrimas.
Es Vox populi que el noble can acude con devoción, reverencia y solemnidad a las honras fúnebres de quienes se nos adelantaron en abandonar este valle de lágrimas.
Marsella inspirada en el lema de los colonizadores antioqueños "Dios y Patria" honró el legado de sus fundadores conservando la técnica constructiva raizal y su herencia ambiental.
Café Don Danilo, un lugar para tomar una buena taza de café, el amable pretexto para establecer una grata conversación, como en efecto lo hicimos con María Elena y la amable anfitriona que pasó con cinco aclamado el examen que los visitantes, reconocidos catadores, hicieron de su acogedor establecimiento.
María Elena de ASOMART, Jaime Fernández el historiador y autor de esta crónica, Juan Carlos Ortega y Andrés Mauricio Gutiérrez promotores turísticos cerrando el reportaje de televisión en Marsella.
A manera de epílogo, no dudo en afirmar que nuestra excursión fue histórica y abrió una senda para que los fuertes lazos que antes unieron a las dos ciudades cobren vigencia y se institucionalice el recorrido pletórico de historia, paisaje, leyendas y riqueza cultural.
Prometo hacerles llegar a Maria Elena, a quien le agradecemos su amable recepción y los periodistas de ASOMART el video para que se trasmita por el canal local. !Así hacemos Patria!
A manera de epílogo, no dudo en afirmar que nuestra excursión fue histórica y abrió una senda para que los fuertes lazos que antes unieron a las dos ciudades cobren vigencia y se institucionalice el recorrido pletórico de historia, paisaje, leyendas y riqueza cultural.
Prometo hacerles llegar a Maria Elena, a quien le agradecemos su amable recepción y los periodistas de ASOMART el video para que se trasmita por el canal local. !Así hacemos Patria!