Colombia está en venta y a precio de quema. El territorio nacional y sus valiosos recursos naturales se entregan incondicionalmente a los inversionistas extranjeros, quienes con patente de corso y ajenos al sentido de pertenencia arrasan con los bosques, contaminan las fuentes de agua y destruyen el legado ancestral con la actitud permisiva y los cantos de sirena de quienes han sido ungidos para proteger la heredad.
Ante la ausencia de Estado, sólo una población consciente podrá deterner, o al menos atenuar los efectos, del armagedón que se avecina y aunque el poder avasallante del gran capital, blindado con leyes leoninas, intimida y nos sume en el escepticismo, sólo nos queda hacer gala del valor civil para tratar de cambiar el curso de los acontecimientos y para ello el capital social de cada ciudadano comprometido con su patria debe ser una fuerza transformadora capaz de hacer visible nuestro patrimonio natural y cultural estableciendo líneas de acción efectivas para protegerlos.
La misión no es fácil, pero perfectamente realizable, como se colige del siguiente pasaje: Se encontraba en la playa un solitario naturalista, de aquellos a quien " los pragmáticos" llaman peyorativamente idealistass, pero que no se resignan ni claudican ante la adversidad, devolviendo pacientemente al océano las estrellas de mar, condenadas a morir en las ardientes arenas del litoral; un sarcástico y pesimista tiriasta lo censuró, cuestionando su presunta falta de sentido común, pues por cada estrella que retornaba al mar, el insondable piélago le devolvía centenares del referido equinodermo. Sin embargo, y a pesar de los gestos burlones de los turistas, el defensor de la naturaleza continuó con su misión. Al día siguiente no estaba sólo y vió con satisfacción y esperanza que su ejemplo había concitado la participación de otras personas en la encomiable cruzada y con el tiempo centenares de quijotes se habían sumado a la causa de salvar las estrellas de mar, demostrando que la unión y la convicción hacen la fuerza.
El momocultivo de especies foráneas aumentan y hacen metástasis en toda la zona urbana del municipio, sin que existan proyectos ambientales para proteger la biodiversidad y el paisaje nativo. |
Si volvemos la mirada al sector rural y redescubrimos nuestr patrimonio ambiental es posible, aunando voluntades, como los quijotes de nuestra historia, ponerle límites a la ambición de quienes anteponen el interés mercantil al derecho fundamental de dosfrutar un ambiente sano y el respeto por nuestra alucinante diversidad hoy próxima a desaparecer.
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