Cuando
la ordinariez perdió la vergüenza.
Recorríamos el sector
del “Placer” en una de las caminatas
organizadas por la Sociedad de Mejoras Públicas de Santa Rosa, cuando una extraña
visión captó la atención de los senderistas: a nuestro encuentro salió
precipitadamente un perro, seguido en
rigurosa fila india, por 8 o 9 patos; las aves mientras estuvimos en la
referida fracción nunca se separaron del resignado can y marchaban bulliciosas
y atropelladamente intentando seguir su ritmo, convertidas en su sombra. El grado de afinidad entre las
referidas especies nos indujo a creer
que había dos cuerpos y una sola alma.
La escena generó risas y comentarios festivos; sin embargo, la festiva imagen interpretada inicialmente como un hecho aislado y contrario a la lógica, revelaba una de las leyes
Parecían dos cuerpos en una sola alma. (fotografía Nolberto Gómez, Presidente SMP de Santa Rosa) |
La escena generó risas y comentarios festivos; sin embargo, la festiva imagen interpretada inicialmente como un hecho aislado y contrario a la lógica, revelaba una de las leyes
de la naturaleza denominada por Konrad Lorenz "impronta"
l
El ingenioso
científico descubrió como las aves al nacer, una vez rompen sus cascarones,
siguen al primer elemento cercano y con movimiento visto después de la eclosión;
generalmente la madre; pero si son huérfanos los ansarinos escoltan al primer ser cercano más próximo y establecen con él una relación filial considerándolo su progenitor.
La revelación de
Lorenz nos permitió aclarar la escena; el cuadro de cómico pasó a convertirse en
sublime, pues el noble perro estaba en el lugar equivocado cuando los desamparados
polluelos rompieron el cascarón y aceptó con resignación el karma impuesto por la naturaleza tolerando el bochinchero y torpe apéndice.
La
impronta” fue el tema de la película “Volando a casa”; el film, basado en un
hecho real aborda la interrupción de los ciclos migratorios de las aves cuando
los bosques y campos son arrasados por “la civilización” y por alguna razón
atribuida a la ambición del ser humano, los huevos de una bandada de patos
eclosionaron o nacieron sin la presencia de sus progenitores. Un amante de la
naturaleza decidido a no permitir la extinción de los polluelos y aplicando los
estudios de Konrad Lorenz asumió el rol de madre y las tiernas palmípedas lo
seguían y reconocían como tal. Cuando los ánsares estuvieron en edad de seguir la ruta trazada por sus ancestros respondiendo a la brújula interna que los
sintoniza con su atávico destino, el perseverante naturalista emprendió el vuelo
dirigiendo un pequeño avión ultraliviano seguido por las aves.
El vuelo estuvo infestado de múltiples avatares: cazadores ajenos a las maravillas de la naturaleza converían la barbarie en deporte hostigando con metrlla y tratando de aniquilar la bandada. |
El vuelo estuvo infestado de múltiples avatares: cazadores ajenos a las maravillas de la vida convertían la barbarie en deporte hostigando con metralla y tratando de aniquilar la bandada, aves de presa al acecho pacientemente esperaban el paso de la camada para incorporarlas a su menú y la solidaridad del grupo afloró redoblando esfuerzos para reincorporar a las avecillas heridas o cansadas en la larga travesía.
Al final triunfó la vida sobre tánatos, el Dios de la muerte y la
devastación encarnado por los intereses mezquinos del hombre y el grupo llegó a
su destino logrando que el ritmo de la naturaleza no se interrumpiera.
La historia narrada es rica
en mensajes edificantes, pero quiero tomarla como referencia para aludir a la
orfandad del mundo moderno que sin norte y ajeno a los valores eternos y el
compromiso para preservar la vida y la herencia ambiental, cultural e histórica
se sumerge en la frivolidad el utilitarismo y la ordinariez.
Tal vez, la
“impronta” del hombre de hoy lo constituye la televisión y los medios de
comunicación que sin desconocer su valor, se subemplean bombardeando a sus
víctimas con sugestivas imágenes moldeando un ser poco asertivo, dependiente y
vulnerable a su trivial mensaje. Hoy los sátrapas y perfumados Rasputines
modernos no necesitan quemar libros como antaño, pues nadie los lee; los astros
o las estrellas, de acuerdo con la caja mágica deformadora de la realidad no
son los hechizantes cuerpos celestes que se desplazan describiendo una
parábola eterna por el espacio desafiando el tiempo y la distancia,sino los
millonarios e idolatrados personajes convertidos en Dioses en calzoncillos de una religión llamada fútbol o
las “divas” de la farándula erigidas en celebridades, forjadas no
por sus valores estéticos o artísticos sino
con el escándalo y la propaganda negra. Sus páginas en internet reciben
centenares de millones de visitantes y sus
extravíos, considerados asuntos de interés público, son difundidos por
parlanchines periodistas en largos programas de fines de semana y paladeados con morbosa fruición por el
vulgo.
Garantizándose así la supervivencia del Rey Momo el monarca de los brios y alucinados. |
En esta galería de postizas y artificiales personalidades sobresale con méritos propios el político banal, ese espécimen de nuestra fauna social quién cuida su “buen nombre” desprestigiando al contrincante por temor a la incompetencia propia y lo único que se entiende con claridad en los discursos de campaña electoral son los insultos lanzados a sus contrincantes plagados de veneno ofídico, mientras una población irredenta aplaude frenética sus febriles incoherencias. Todos, futbolistas, chicholinas y políticos se erigen en modelos a imitar por parte de nuestra juventud, garantizándose así la supervivencia de la corte del rey Momo, el monarca de los ebrios y alucinados quien reina sobre la alelada masa .
Ante el violento cambio de
roles en la familia y la sociedad, se requiere, un cambio de “impronta”, tan
práctica y altruista como las brindadas por el noble perro de nuestra historia
y el idealista, quien con su persistencia salvó a la camada de patos de su
extinción.
Es motivo de identificacion la alusión que se hace a lo que en la actualidad se da, sobre todo lo que se refiere a las "chicholinas" y lo de nuestros políticos "banales" ; no es sino ver programas de nuestra televisión como "el lavadero" y la "red" , programas que realmente tienen un cierto grado de "banalidades"; y qué decir de los políticos ni es sino ver la anterior campaña para elecciones presidenciales donde las ideas para convencer al pueblo quedan a un lado y se saca a relucir el odio, el insulto y todo lo demás que nos tocó presenciar; lo del fútbol lo más repudiable es el comportamiento de las famosas"barras bravas" así tengan un posible análisis social , pero de todas maneras es sensurable. De todas maneras se trata de cada integrante de esta sociedad ser más consecuente con su comportamiento.
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