sábado, 29 de julio de 2017

Santa Rosa de C. y sus manifestaciones culturales.



Ponencia presentada por el autor del presente blog, en el tercer encuentro de historiadores del departamento celebrado en Marsella, Risaralda, el 14 de julio de 2017.

El diccionario define la expresión CULTURA como el resultado de cultivar los conocimientos humanos, materiales e inmateriales de que cada sociedad dispone para relacionarse con el medio y establecer formas de comunicación entre los propios individuos o grupos de individuos. A pesar de  las definiciones, podemos decir que cultura en los pueblos está inmersa en todas las actividades  de la comunidad y podemos afirmar que la expresión como tal es inasible, esquiva y resbalosa para encerrarla en una definición restrictiva, pues “el viento no se puede enjaular.” 

Alguna vez, en un encuentro literario los participantes consumieron el primer día del evento buscando descifrar la referida palabra, sin que al final de la jornada surgiera una fórmula precisa que dejara a los participantes satisfechos. Al día siguiente, para evitar que nuestra retórica rabulesca, volviera a enfrascarse en discusiones bizantinas, un miembro de una de nuestras comunidades indígenas, que no había hablado el día anterior tomó la palabra y con la dignidad de quien no está contaminado por falaces teorías “modernas” expresó : en mi pueblo , no existe la palabra cultura, porque está inmersa en toda nuestra cotidianidad: en el río, la quebrada, el morichal, las aves, nuestros cantos, los tejidos, en os múltiples rostros de la naturaleza, nuestros bohíos y formas expresivas, la palabra cultura es inmanente a nuestra esencia y como los HECHOS NOTORIOS que no necesitan demostración tampoco es menester describirla.

Plaza de Colón, Santa Rosa, día de feria.


Bajo estas circunstancias podemos abordar la cultura en Santa Rosa y decimos que como todo pueblo nacido en el seno de la Colonización signados por el trabajo colectivo y gratuito, las actividades más relevantes en este sentido procedían inicialmente de “las fiestas y regocijos públicos” generalmente los festejos Patrios realizadas con vistosos y solemnes desfiles y discursos acompañados con concursos literarios, poéticos y otras manifestaciones de las bellas artes. Por ejemplo de  mi libro Santas, Mozas y Mujeres Públicas “ extracto alusivo a lo planteado .”La antigua Cabal era en 1883, una pequeña aldea, ubicada al norte del Estado del Cauca y aunque aún persistían las cicatrices y la polarización ideológica de la población generadas durante las dos últimas guerras, la población seguía adelante, con las actividades que propiciaban cohesión social como los actos cívicos y patrios honrando a los héroes de la independencia. El 24 de junio se celebra el centenario del nacimiento del Libertador Simón Bolívar con la participación entusiasta de toda la comunidad: la alborada abría los fastos y continuaban a las diez de la mañana con la misa en “la Iglesia Matriz” y la asistencia de todos los empleados, alumnos, profesores y población en general. A las doce del día se iniciaron los actos literarios donde los niños declamaban, representaban sainetes o leían composiciones alusivas a la conmemoración, bajo la solemne y atenta mirada a una junta compuesta por directores de los establecimientos y el inspector local de educación ; el jurado evaluaba a los párvulos y seleccionaba a los más destacados para ser premiados en las horas de la noche , como cierre de la jornada. A las tres de la tarde, se efectuaba el paseo cívico o desfile por las calles y carreras de la ciudad, encabezado por el alcalde Heliodoro Arbeláez. Los vecinos, interpretando el querer del burgomaestre, participaban en el evento “con la mayor solemnidad “.


Banda municipal de música.


La Banda Municipal. El acerbo cultural del municipio se vio enriquecido cuando a partir de 1915 se creó la Banda de Música; a partir de la mencionada fecha estuvo ligada a todas las conmemoraciones cívicas, religiosas y patrias. Un profesor se encargó de instruir a los alumnos en el misterioso mundo de los bemoles, arpegios, corcheas, verdaderos símbolos criptográficos para los jóvenes de entonces. No hubo requisitos especiales para la admisión, aunque sí se firmaba un contrato para garantizar la estabilidad del grupo y como se consideraba que la música , aparte de enaltecer el alma, tenía efectos  resocializadores, invitaron a participar en el proyecto a dos de los integrantes de una familia, adicta a sustraerse los bienes ajenos, especialmente, las aves de corral, hecho que la población con sorna había testimoniado en un verso de dominio público que decía:


Sale la luna, 
sale el lucero
sale Juan G. 
para el gallinero.
  

Sin embargo y pesar de las buenas intenciones de las autoridades, la música no sirvió para encaminar por la senda del respeto de los bienes ajenos a la referida familia, pues padre e hijo, desaparecieron de un momento a otro, claro está, llevándose los instrumentos.


1927, Colombia libre y Colombia esclava, una de las carrozas participantes en el desfile conmemorativo del 20 de Julio. Ambientada, claro está por la Banda de música municipal.


Julio 20 de 1930,  después del desfile las autoridades civiles, políticas y eclesiásticas posan en la antigua iglesia parroquial, donde se destaca, el reloj que hoy se encuentra en una de las torres de la Basílica Menor.


A pesar del contratiempo inicial, la retreta se convirtió para  los santarrosanos en toda una institución y una fuente inagotable de sorpresas y emociones donde descubríamos con estupor como el anónimo sastre, el humilde zapatero y aquel insensible peluquero que con su vieja y oxidada máquina, poco antes nos había arrancado fragmentos de cuero cabelludo, asumían otra identidad, y como héroes de aventuras se enfundaban en un elegante uniforme azul y se transformaban en virtuosos magos que guiados por partituras llenas de misteriosos signos, arrancaban con sus manos de obreros melodiosas notas a sus instrumentos.

En esa época los prejuicios imperantes erigían un infranqueable muro que dificultaba  el trato entre los adolescentes, pues en algunas personas existía la convicción que la joven corría el peligro de quedar embarazada, aún con un simple saludo de manos; por tal motivo, ante la imposibilidad de burlar el rígido cerco de la vigilancia paterna, la retreta sirvió como amable pretexto  para el ansiado encuentro y mientras los severos y austeros padres se extasiaban en las vibrantes notas musicales, los jóvenes intercambiaban significativas miradas creando un código propio de señales formado por gestos, mohines y guiños que les servía de arrobadora comunicación, sólo interrumpida por un discreto codazo de la madre cuando la niña se entusiasmaba más de la cuenta en el mudo diálogo de su príncipe azul.

En 1944, cuando agonizaba la bárbara y cruenta Segunda Mundial, lo santarrosanos que desde finales del siglo XIX  tenían una fuerte conexión emocional con los Franceses, gracias a la comunidad Vicentina, celebraron con emoción la liberación por parte de los aliados del gran país Galo organizando un gran desfile hacia las instalaciones de la Escuela Apostólica; la marcha la encabezaba la banda municipal , interpretando los acordes de la Marsellesa, mientras la población cantaba emocionada los inmortales versos: allons enfants de la patrie le jour de gloire est arrivé¡       

Viaducto de La Hermosa.



En 1925, la inauguración del ferrocarril se realizó con fuegos florales, concursos de poesía  y de historia cuyo primer premio fue otorgado al Sacerdote Diego María Gomez con sus Apuntaciones Críticas para la historia de Santa Rosa. Lo mismo se hizo en la celebración de los cien años de la muerte del Libertador donde además de los referidos concursos se efectuaron actividades deportivas y una curiosa muestra de la esencia de la época llamado “aprovechamiento de lo inútil” convirtiendo lo inservible en elementos aprovechables como 
las colchas hechas de retazos, cuyos colores y formas le daban a los cuartos de nuestras abuelas, pudientes o no una pincelada de alegría y colorido.

La agricultura era la principal fuente de ingresos en el pueblo en 1905, y para diversificar las fuentes rentísticas y empleo, se mandó a traer un detenido de la cárcel de Popayán, experto en telares, quien se encargó de sembrar la semilla de ésta modalidad de artesanía que hoy es en la ciudad una de sus actividades más representativas, uno de  los concejales, se comprometió mediante fianza a garantizar los gastos de la captura del reo, si éste aprovechando la coyuntura se evadiera ; simultáneamente, se trajeron copas y entrecopas para la enseñanza de los sombreros, que en 1911 era una próspera industria; el camino del Madroño, que iba hasta Ibagué se construyó buscando mejores alternativas comerciales para los nuevos productos.


Curva de las Brujas, camino del Madroño, ruta hacia Ibagué.


A partir de 1910, los sacerdotes de la Escuela Apostólica, fomentaron, después de traer el pasto micay, la ganadería  y en 1911  aparecen las trilladoras, dinamizando el empleo e  iniciando con fuerza la cultura cafetera, con el frondoso arábigo, el sombrío que además de facilitar un cultivo sin excesos de químicos, venenos y fungicidas por el control biológico que la biodiversidad generaba, brindaba un maravilloso nicho ecológico que albergaba aves, marsupiales, mamíferos y especies como el armadillo y otras exponentes de nuestra atormentada fauna. La vivienda, producto de una herencia española, reinterpretada con los materiales de la región, con extensos corredores y grandes aleros incorporadas al paisaje como un armónico complemento empezaban a darle forma, con los mitos y leyendas del pensamiento mágico, al Paisaje Cultural Cafetero que años después sería declarado por su carácter de excepcional Patrimonio Cultural Cafetero, a pesar que en el siglo XX, años setenta, buscando mayor producción por hectárea, se arrasó con el sombrío infringiéndose al entorno una herida mortal , cavando el hábitat de aves , insectos, fuentes de agua, árboles, mamíferos y un patrimonio intangible materializado en saberes acumulados como los ciclos de la luna para siembras y cosechas, leyendas y mitos trasmitidos de generación en generación en cocinas iluminadas por el fogón de leña y animado por el chisporreteo de las brasas.




Paisaje cefetero, vereda Colmenas.


Periódicamente, en las primeras décadas del siglo XX, compañías de artistas reunían a la `población con un espectáculo de variedades que incluían en 1910, Oberturas interpretadas por bandas de postín, sainetes como el soldado recluta, contorsionistas, equilibristas y actos de malabares a caballo, sin excluir al gran clown de la época Antoñito , quien “hacía las delicias del público”.

Durante el siglo XX, las fiestas patrias unieron a la población en torno a los ideales de nación, los desfiles, resultado de los numerosos centros estudiantiles se constituyeron en “el traje de gala de la ciudad” y causaron admiración en propios y extraños, uno de ellos Jorge Eliécer Gaitán, cuando siendo Ministro de Educación visitó a la ciudad en 1940; las bandas marciales, luego transformadas en rítmicas, animaban el evento; cohesionaban también a los habitantes de la ciudad los juegos deportivos municipales y las exposiciones agrícolas, industriales y artísticas donde participaban desde el hacendado más opulento con sus imponentes equinos hasta las sencillas abuelas  con sus hermosos bordados, una refinada tradición hoy borrada de nuestra memoria colectiva. Todos exhibían en sus casas orgullosos los diplomas de participación. En los colegios, con sus actividades extracurriculares se seguían impartiendo , después del horario escolar, clases de guitarra, teatro, fútbol, canto y artes manuales y en los Centros literarios, el alumno exponía, sin ningún apremio ni amenaza sus aptitudes como canto, exposiciones, sainetes, declamación..etc.

1940, visita del doctor Jorge Eliécer Gaitán a Santa Rosa de Cabal.



Los juegos deportivos municipales como los de 1937, agrupaban y fomentaban el sentido de pertenencia, inspirados en la expresión : "Mente sana en cuerpo sano" incorporando vistosos y festivos condimentos sociales como reinas, saludadas reverentemente por los oradores parroquiales en su coronación, como Su majestad; desfiles, competencias deportivas. Era toda una fiesta de exaltación colectiva, en la que participaban hasta los bebés, pues se elegía el niño más sano, y rubicundo,"el bebé maicena", concurso estimulado entonces por la referida fécula.

Los principios del Varón Pierre de Coubertain: lo importante, no es ganar, lo importante es competir", tuvieron siempre vigencia en la ciudad, replicados y fomentados por los educadores, verdaderos cruzados y apóstoles de la formación espiritual y física de la juventud como el recordado profesor Jorge Orozco.
1937, juegos deportivos municipales.





1937, Olimpiadas Municipales, la  reina del certamen, Mery , hace el saque de honor en el partido de fútbol entre el Patria y el Once, en la cancha de Patiobonito.


No fueron pocos los frutos de estas valiosas políticas institucionales, entre los que sobresalen deportistas como el ciclista Alvaro Mejía, con un valioso palmarés a nivel nacional e internacional, cuarto en el tour de Francia, en una época en la que se decía que en la vuelta al país galo no habían ganadores, sino sobrevivientes por su exigente recorrido, extenuantes etapas y poco descanso y el famoso director técnico Juan Carlos Osorio, un innovador y referente del fútbol en el plano nacional y continental.       



Alvaro Mejía, "El Cometa"




Profesor Jaun Carlos Osorio, D,T. del seleccionado nacional de Méjico.


En casi todos estos eventos, se avivaba la llama del amor por la patria con un condimento de emotividad, fervor y cohesión social con el juramento, tomado por lo general por uno de los alumnos distinguidos a manera de reconocimiento cuyo textos era el siguiente: " jurais por Dios, fidelidad a mi bandera y a mi Patria, Colombia, la cual es símbolo de una nación soberana e indivisible, regida por principios de libertad, orden y justicia para todos ? ¡Sí juro¡, respondía la multitud, con un estentóreo rugido. Después, el interlocutor, terminaba diciendo:" ..si así lo hicieres, que Dios y la Patria os lo premien, o si no que Él o Ella os lo demanden."   

En los eventos, cívicos deportivos, el juramento a la bandera tenía un profundo significado, generando compromiso, cohesión social y sentido de pertenencia.


Por lo general el periodismo tuvo valiosos cultores durante todo el siglo XX, agitando ideas, promoviendo altruistas causas y propiciando el debate ideológico. Periódicos como el civismo animaron valiosos procesos sociales, sin que faltara los enfrentamientos acres como el suscitado en 1915 cuando la joven escritora Blanca Isaza se burló de los versos de Pedro Eduardo Botero, un interesante personaje, arriero de profesión  y director del periódico El Cóndor” desatando su furia cubriendo de imprecaciones al juez del Circuito, padre de la precoz escritora; otro periódico, el “chapola”, defendió al funcionario y su hija, creando en Santa Rosa una verdadera “lucha de clases” y una fuerte tensión social que fue sofocada casi por las vías  de hecho en detrimento del contestatario arriero, quien era en su época un verdadero dinamizador intelectual y  agitador de ideas pues cuando salía con sus recuas llevaba en el hatillo ejemplares del “Condor” para ser entregada en los pueblos por donde trasegaba y a vez recibía las gacetas publicadas en estas poblaciones. Esta disciplina tuvo en Santa Rosa su máximo exponente con Orlando Sierra, el valiente subdirector de la Patria quien no concilio con la corrupción y desnudó con su pluma a aquellos que saquearon el patrimonio público, sus escritos en Punto de Encuentro, fueron en su momento crónicas de una muerte anunciada como lo expresó en una de ellas al decir : “Pienso, luego : ¡pum¡



Orlando Sierra, uno de los grandes periodistas de Colombia, inmolado en defensa de la verdad .
Muchos fueron los periódicos que se editaron en Santa Rosa; hoy El Faro continúa la valiosa tradición periodística de la ciudad . 


Un país laico y con libertad de cultos como al actual, no obsta para decir y reconocer que en su momento la religión tuvo una fuerte influencia : las fiestas de Corpus, celebradas desde sus albores desde 1853, las Semanas Santas, multitudinarias, las fiestas de San Isidro y las advocaciones marianas que unían a los habitantes del campo con los de la ciudad, las misiones del Padre Estrada, legendario sacerdote,  en el Español y su admirable entusiasmo para integrar lo espiritual con lo pagano como las carreras de caballos, varas de premio sin que la mezcla de agua bendita con aguardiente lo escandalizara. Monseñor Augusto Trujillo Arango, es el representante del clero más destacado de la ciudad, durante 45 años, fue el orador sagrado más importante de Colombia y su Sermón de las Siete Palabras tuvo por Caracol , en su momento la mayor audiencia del País. Su secreto para ser escuchado por creyentes y agnóstico radicaba en que sin dejar de ser un orientador espiritual, era un brillante historiador que interpretaba el momento que vívía el país.      

Monseñor Augusto Trujillo Arango, en su momento el orador sagrado más importante de Colombia.







Hoy, hay nuevas realidades, no hay sombrío en el café, pero se busca incursionar en la modalidad de cafés especiales con las “calles del café”; el chorizo y su record mundial tiene hoy un lugar en la gastronomía del país y un día en el año para su degustación; la poesía aún se sigue cultivando todos los primeros miércoles del mes en el parque del machete y  la casa de la Cultura, fundada en 1950, tiene en su grupo de danzas una exquisita forma de recrear los aires nacionales; una nueva generación de jóvenes pintores irrumpe con fuerza en el panorama nacional, en donde le maestro Leonel Ortiz, brilla con luz propia; la biodiversidad la fauna y la flora  están peligro de extinción por la indiferencia oficial y el avance de la iniciativa privada. 

Escribiendo estas notas, veo admirado, pero consternado las imágenes de una danta, deambulando por una de las carreteras de las pisos térmicos altos de la ciudad, sublime imagen; pero servirá para despertar conciencias y presionar por generar un plan de contingencia para proteger estas especies, los monos aulladores y en general la flora y la fauna cuya magnificencia hizo creer a los españoles que habían llegado al paraíso terrenal? Las bondades de la declaratoria por parte de la UNESCO de Patrimonio Cultural de la Humanidad , no ha llegado al campo, sus casas se están cambiando por moles de cemento, los santuarios indígenas y los caminos, borrados por concesiones madereras o servidumbres energéticas ; veredas como el Español, que aún conservan la esencia de nuestra cultura, languidecen, sin renuevo generacional con nuevos propietarios sin arraigo que arrasan lo auténtico  poblando con “chalets” las laderas y montañas en cuya topografía algún día lucieron en armoniosa adaptación las casas de bahareque, antes de que nos avergonzáramos de ellas y las asociáramos con pobreza y catalogáramos como nido de bichos y roedores.

¿Siquiera se murieron los abuelos?
      

       

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