jueves, 7 de noviembre de 2013

El " endemoniado" defensor de la fe Católica.



El “endemoniado” defensor de la fe Católica.

(EL Sacerdote que estremeció con su franqueza a una sociedad  con valores victorianos)


Los actos administrativos expedidos por los alcaldes de Santa Rosa de Cabal, en el siglo XIX, estaban inspirados en el lema DIOS Y PATRIA; la fe y la nacionalidad constituían la fuente o el móvil de las actuaciones de los funcionarios oficiales.

Los sacerdotes  a quienes hasta 1.850 aproximadamente, el estado les pagaba el salario en cumplimiento de los acuerdos establecidos con la iglesia, tuvieron en Santa Rosa en su momento, gran protagonismo y lideraron no sólo la orientación espiritual del pueblo; también fueron decisivos artífices de las obras que mejoraron la calidad de vida de la población.

El primer sacerdote José Ramón Durán de Cázares, lo encontramos en 1.849 como repartidor de tierras, dirigiendo la construcción y posteriores refacciones del puente sobre el río Otún y otras obras de interés para la comunidad; Juan Nepomuceno Parra a partir de 1.870, fecha en que la ciudad fue “ reinventada”, porque su crecimiento ameritaba un replanteamiento arquitectónico respecto al trazado realizado durante la fundación, convocó a la ciudadanía para erigir el templo; la Comunidad Vicentina, mientras cumplía su misión como Pastores de Almas, motivaba  a la población para la construcción del Hospital y  estimulaba la economía difundiendo la siembra del pasto micay para convertir la ganadería en un nuevo renglón rentístico de la ciudad; el padre Pinzón, quien en vez de la Biblia , cargaba un libro con  “Las mil y una fórmulas para fabricar productos de uso doméstico” que compartía con sus feligreses y vinculó a lo santarrosanos en proyectos relacionados con la agricultura, la industria de telares y la explotación de ganado caprino, como alternativa para ampliar la producción lechera en el municipio. La lista de tonsurados es interminable, cada uno  de ellos ocupó un lugar en el corazón de su grey; pero  el pueblo  recuerda con especial afecto al padre Londoño.

Ptero. Francisco Londoño. Con su lenguaje claro y sin tapujos cuestionó el acartonamiento de una sociedad sigbnada por la apariencia.


El Padre Francisco Londoño, sumaba a su energía creadora y gran capacidad de convocatoria para realizar las obras cívicas, la elocuencia y la fogosidad características de sus homilías. Era la estrella o vedette de La Misa Mayor, para emplear los términos faranduleros de hoy; sus intervenciones llegaban al corazón de los asistentes al colmado templo, fueran estos asiduos usuarios de “Machín,” el barrio de “mujeres públicas”, envueltos en aroma de tabaco, ron y esperma; beatas emanando incienso; pedantes aristócratas parroquiales o humildes hombres del pueblo. El eco de sus mensajes guiaba a toda la población por senderos de reflexión.

Su verbo, de acuerdo con la ocasión o el mensaje propuesto, se enaltecía aproximándose a las dimensiones estéticas de quienes “sacrificaban un mundo para pulir un verso” como Cervantes o  Guillermo Valencia;  acariciaba  el profano impudor de Quevedo o se hundía en el fango de la procacidad. Era un espíritu contradictorio y complejo; ese era el secreto para cumplir con éxito su misión evangelizadora entre la heterogénea sociedad de la ciudad.
Del levita aún persiste en la memoria colectiva del pueblo  un rico anecdotario; compartimos con los lectores parte de sus graciosas ocurrencias, que, como  dice el pueblo, “lo pintan de cuerpo entero “:

Por orden de sus superiores ejerció su Ministerio, inicialmente en el cálido municipio de La Dorada, situado en las riveras del río Magdalena; como todo puerto, tenía una población heterogénea donde predominaba un sector contestatario, rebelde y reacio a aceptar con sumisión los dogmas de la religión; conociendo el temple mandón del cura y la indisciplina de los porteños, pocos veían con buenos augurios su estadía en la ciudad, eran fuerzas antagónicas, se repelían y el corto circuito, no tardaría en llegar.

Pero, ocurrió todo lo contrario. Ante un auditorio numeroso pero displicente, ceño adusto y prevenido, inició su sermón; coincidía el esperado debut con un aniversario de la muerte del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán, de grato recuerdo para su auditorio y rompió el hielo reivindicando su gesta: ”¡ no soy un hombre, soy un pueblo¡, ¡ Colombia no es un país de dos partidos, es un país que los corruptos han dividido en dos¡, ..”  Con seductores recursos histriónicos, el clérigo estremeció a los concurrentes, narrando las proezas del tribuno inmolado e intercalando su alocución con las impactantes frases que Gaitán dejó para la historia y llegando al clímax del dramatismo, cuando abordó su final,   víctima de las balas asesinas de Roa Sierra;  abocó este angustioso momento para las clases desfavorecidas del país, con la misma pasión que narraba los momentos de la muerte  de Cristo en la cruz. Sus palabras eran sinceras; los concurrentes dulcificaron su semblante y supieron que tenían un verdadero guía espiritual.

Después de su paso por La Dorada, el religioso ejerció su ministerio en Santa Rosa a partir del año de 1.957; en esta población empezó a convertirse en leyenda  

Hospital San Vicente de Paúl, en tiempos delPresbítero Francisco Londoño.


En la “Ciudad de las Araucarias”, tuvo con la mayor parte de la población gran empatía y a pesar de emplear el garrote y la zanahoria en el ejercicio de su ministerio, la población lo estimaba; por eso, esperando encontrar una frase halagadora sobre el talante de los santarrosanos, las personas le preguntaban su impresión sobre la ciudad y respondía con su sorna característica: “Salí de un pueblo habitado por calientacamas para  otro lleno de beatas”.

El sacerdote cumplía las funciones propias de su actividad pastoral movilizándose en un carro marca volskwaguen,  conocido popularmente como “la pulga”; asimismo poseía una mascota, un perro ñato, feo y torpe, de raza  bulldog, llamado “Tari”. En cierta ocasión al levita le robaron  el carro, hecho que impactó a la población; todo el mundo se solidarizó con el padre, pero para solaz y alegría de los parroquianos, el vehículo fue recuperado por la policía. La aparición del auto fue tema de conversación de cuanto ciudadano se encontrara al cura, interesado en conocer intimidades del caso: “ ¿padre, verdad que encontraron la pulga? Sí, mijita respondía el tonsurado y ¿dónde padre?, y les contaba las circunstancias de tiempo, modo y lugar del rescate del vehículo. La paciencia del levita se agotó cuando debido a la morbosa curiosidad de nuestra  gente,  debía repetir la misma historia en todas partes. Un día de mercado, cuando pululaba la gente en la plaza, un efusivo personaje le hizo la pregunta que ya había taladrado su oído de tanto escucharla:” ¿verdad padre…? , siiii, miijo, respondió. ¿Dónde? y haciendo gala de su característico  vozarrón,  de tal modo que nadie se quedara sin oírlo, respondió:  “¡ En las guevas de Tari¡ ”. Y hasta ahí llegó el cuento.

Algunos “notables” de la ciudad, hacían gala de  una afectada vanidad y constantemente sacaban a relucir los blasones de la estirpe, su abolengo y “limpieza de sangre”, como se estilaba en la época de la Colonia. Cierto día, un orgulloso  feligrés exhibía soberbio el árbol genealógico de su familia, que presumiblemente se remontaba a la época de los fundadores y en tono de reproche le dijo el cura: “siga buscando tatarabuelos y va a encontrar tataraputas; porque en cada generación, una puta y un ladrón”. Desinflando al empavonado tipo.

Sant Rosa de Cabal durante la época en que el sacerdote Francisco Londoño fué Parroco.


Alguna vez una madre de familia lo abordó en el despacho parroquial para preguntarle cuando iría a Manizales, pues una de sus hijas debía hacer una vuelta en la capital y quería enviarla con alguien de confianza. El párroco la miró con gesto severo y le dijo: “ a usted todavía le corre el agua bautismal por encima; ¿ o es que cree que a los curas no se les para?; no crea en santos con güevas, mijita” y agregó,: “ cuando a las muchachas se les calienta ese motorcito no las ataja nadie”. Al día siguiente, la mamá salió con su hija para Manizales y se convirtió desde entonces, en su sombra.

Durante un paseo de integración, mientras se bañaba en la piscina de  termales, una monjita alarmada al verlo incursionar en la parte más cálida le dijo: “Padre, no se haga en ese sitio que allí se entibian los huevos.” Respondiendo en el acto: “no se preocupe hermanita, que yo sólo me meteré hasta donde el agua me llegue a las rodillas”. La seriedad del sacerdote al responder, ruborizó a la religiosa.

Sabiendo que la presencia del santo hace milagros, él mismo se encargaba de recoger la ofrenda para la iglesia, desplazándose con una ponchera por toda la iglesia y agradeciendo con un “Dios le pague”, el óbolo. El padre durante una de sus homilías había hablado del poder corruptor del dinero, llamándolo “estiércol del demonio”. El discurso debe haber calado muy hondo entre el auditorio, porque cuando se acercó a uno de los asistentes de tez trigueña,   requiriendo la limosna, éste se negó diciendo: “padre, la plata no hace falta; es el estiércol del demonio”. El factor sorpresa lo dejó sin reacción y continuó con la colecta; de improviso y como impulsado por un resorte, se devolvió y con voz estentórea, que retumbó en el templo, le dijo al personaje de marras: ¡ Cagá negro, cagá negro¡. 

Antes del oficio religioso, acostumbraba pasearse por la nave central de la iglesia con  un misal, concentrado y sumido en la lectura; inspiraba tanto respeto entre los asistentes a la misa, que nadie hablaba, ni osaba perturbar su meditación. Sólo se percibía el eco de sus pasos, incrementados por el silencio que reinaba en el augusto recinto. Dos damas se acercaron hasta él; una de ellas, había contraído nupcias recientemente y le hizo una pregunta muy íntima: “padre, yo estoy recién casada y no quiero tener hijos tan ligero y me han dicho que el limón es muy bueno para evitar la familia”. El prelado respondió a viva voz, con ese vozarrón que estremecía los vitrales del templo: Sí, señora, el limón es muy bueno” “ay padre,” dice la dama ”¿cómo lo usamos, en jugo o en limonada?”. “Como quiera mija”, fue la respuesta. Padre, siguió inquiriendo la señora: “¿antes de aquello o después de aquello?”  “Nooo, mijita, ¡en vez de aquello¡.” Y continuó su lectura.


Casa Consistorial o antigua alcaldía.


 
Interior de la Casa Consistorial o antigua alcaldía de Santa Rosa de Cabal.


Endemoniado” defensor de la fe de Cristo”. Francisco Londoño era un personaje polémico y estaba muy lejos de la imagen mística y beata,  requerida por un sector de la población, para encarnar el pastor digno de guiar a su grey hacia la salvación. Como era consciente que “no era monedita de oro”, para gustarle a todo el mundo, no se sorprendió, cuando en el altar encontró un anónimo consignando una serie de cargos  deslegitimando su sagrada misión.

“El expediente”, abierto por el misterioso detractor, consignaba cuatro cargos, en contra del prelado:
1.    No era digno de estar ocupando el cargo, para el cual había sido nombrado por el excelentísimo Señor Obispo.
2.    No era un buen confesor, como debiera corresponder a un sacerdote que estaba al frente de tan ilustre parroquia.
3.    Contrariaba con sus actos la templanza exigida por la ley de Dios, y de manera especial, asistía a banquetes mundanos y homenajes en lugares distinguidos por su lujo y boato.
4.    Muchos de los feligreses, buenos y virtuosos antes de su llegada a la ciudad, habían perdido la fe en Cristo como consecuencia de sus sermones y homilías y el desparpajo al hablar.

El domingo en la misa de diez, llamada  Misa Mayor, por su solemnidad y nutrida asistencia, el prelado inculpado hizo sus descargos desde el púlpito, convertido en un estrado judicial y después de leer detalladamente los cargos, hizo su defensa, más o menos, de la siguiente manera:

“Respecto del primer cargo, respondo: soy el primero en aceptar y comprender la ausencia de las virtudes y conocimientos necesarios para desempeñar las funciones de cura párroco de tan importante e ilustre iglesia; pero obedeciendo de inmediato el honor conferido por mi superior eclesiástico, me vi obligado a aceptar dicho nombramiento. Reconozco el gran valor intelectual, espiritual y moral de mis antecesores, hecho que me hace más indigno de estar en esta distinguida comunidad.

A la segunda incriminación, digo: Observo claramente que el autor o autora del anónimo, es persona inteligente al acusarme de no ser un buen confesor, porque  serlo, es una gracia concedida por Dios a algunos sacerdotes, don que seguramente no tengo el privilegio de disfrutar, a pesar de mis oraciones, clamando poder estar a la altura de tan trascendental responsabilidad; pero, como dijo san Alfonso, “ conformarse con la voluntad de Dios, es la oración más hermosa del alma cristiana”.

Seguramente, respondiendo al tercer punto, el acusador está equivocado al acusarme de asistir a sitios elegantes y distinguidos para participar en pantagruélicos banquetes y comilonas, teniendo en cuenta que estoy impedido para ello porque he perdido accidentalmente parte de los dedos de una de mis manos; por lo tanto, me es verdaderamente difícil el manejo de los cubiertos como ordenan las rigurosas normas de etiqueta y de la buena educación ; además, como dijo Shakespeare, “un vientre obeso pregona un pobre cacumen porque los bocados suculentos envilecen la carne y arruinan el espíritu”.

Me  llena de una profunda tristeza, de un profundo abatimiento y de una total angustia, la cuarta acusación, teniendo en cuenta mi gran responsabilidad en el manejo espiritual y moral de cada uno de mis feligreses; pero si ello se debe a mencionar de acuerdo al diccionario las cosas por su nombre, mi temperamento y modo de ser no me permite cambiar el significado de las palabras, empleando tapujos o eufemismos que sólo revelan una doble moral e hipocresía. Solicito humildemente a quien envió el mensaje, como persona piadosa y virtuosa me incluya en sus oraciones delante del santísimo sacramento para ser perdonado.

Y agregó como brillante colofón a su intervención: “No es necesario que el responsable del anónimo hubiera usado la ortografía , ni el papel empleado para la comunicación referida; he deducido que se trata de una persona suficientemente preparada y conocedora de los textos gramaticales y de la urbanidad de Carreño; pero desafortunadamente pertenece a un pequeñísimo número de los que en años anteriores denigraron también de mis ilustres antecesores; parece, al observar ciertas prácticas culturales de algunas personas solapadas y ladinas, que el escudo de esta noble ciudad tiene una doble lectura: simboliza la fe y el trabajo para la mayoría de sus habitantes; pero parece retratar otro sector solapado y ladino que con la cruz reza, pero con el hacha raja.

Refrendo todo lo dicho con mi etérea rúbrica: Francisco Londoño Botero Vélez Jaramillo.

No hubo aplausos, el templo inspiraba siempre el más profundo de los respetos; la gente permanecía en silencio y alelada cuando el prelado continuó con el oficio religioso.

Habiéndose trasladado el sacerdote a una de las veredas  para cumplir una misión pastoral, fue recibido en las horas de la tarde por una multitud integrada por personas de todas las edades y clases sociales; acompañados por la banda municipal, desfilaron por las calles principales como homenaje de desagravio. En la casa cural, varias personas representativas de la ciudad pronunciaron sendos discursos, lamentando y comentando el suceso en referencia; el presbítero Londoño, agradeció el sincero homenaje con su tradicional elocuencia y recordó a todos los presentes una sentencia mil veces confirmada con sus actos: “soy un perro bravo defendiendo la casa de su amo: el Dios del cielo y de la tierra.” 

El reverendo padre Francisco Londoño, fue trasladado a Manizales; allí murió en mayo de 1.972.

  

Hoja de vida de Jaime Fernández Botero.





HOJA DE VIDA.


NOMBRE: Jaime Fernández Botero.

LUGAR Y FECHA DE NACIMIENTO: Santa Rosa de Cabal, 19 de septiembre de 1.951.
ESTUDIOS: Escuela Pedro José Rivera Mejía, colegio Francisco José de Caldas, Universidad Libre de Pereira que le confirió el título de abogado.

Jaime Fernández en su condición de alcalde encargado.



CARGOS DESEMPEÑADOS: Educador en los colegios La florida, de Santa Rosa; El Jardín, de Pereira y profesor universitario con las cátedras historia económica de Colombia y problemas Colombianos. También ha dictado las cátedras de derecho Constitucional y Laboral y en la facultas de Turismo la materia de Patrimonio( cultural y ambiental)

Ha sido además funcionario de la Contraloría General de la República, personero, contralor, asesor jurídico, secretario general y alcalde encargado de Santa Rosa de Cabal; funcionario del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, concejal de la ciudad  y actualmente es miembro de la Academia de Historia de Pereira.

El autor del prsente blog durante la filamción de uno de los muchos programas del orden municipal y nacional en los que se dieron a conocer a propios y extraños el trascendental protagonismo de la ciudad en l histora del país.


LIBROS PUBLICADOS: “Santa Rosa de Cabal, historia, crónicas e imágenes”, dos ediciones; “historias y leyendas de Santa Rosa “, obra ganadora  del concurso abierto por la Secretaría de Educación y Cultura del Departamento para la publicación de un trabajo de investigación sobre patrimonio y memoria cultural; Santa Rosa de Cabal, historia e imágenes” trabajo de investigación que explora aspectos ignorados de la Ciudad de las Araucarias y en el presente año la Editorial Académica Española marca comercial de la empresa alemana AV Akademikerverlag Gmbh & co. KG acaba de publicar la obra “La Civilización Cafetera: auge, crisis y esperanza” donde se visibiliza la trascendental gesta histórica reconocida por la UNESCO como patrimonio cultural de la humanidad y reconocida por la editorial europea como un valioso instrumento para que las municipios y las instituciones valoren e implementen las acciones para preservar los atributos del Paisaje Cultural Cafetero. 



Jaime Fernández en San Agustín.



El Templeta de Guacas antes de su recuperación.


DISTINCIONES: Ha recibido, entre otras la condecoraciones, ARTURO DUQUE SERNA AL MÉRITO CÍVICO, otorgada por la Cámara de Comercio de Santa Rosa de Cabal; la condecoración FERMÍN LÓPEZ impuesta por el Concejo Municipal de Santa Rosa; la MEDALLA AL CIVISMO  de la Sociedad de Mejoras Públicas y LA MEDALLA PLUS ULTRA, por parte de la revista del mismo nombre y otros reconocimientos como el de la Casa de la Cultura de Santa Rosa por su gestión cultural y su aporte a la preservación de la memoria histórica de la región a través de sus comentarios en la emisora local , susprogramas de televisión , los escritos en el periódico El Faro y la recuperación del patrimonio tangible e intangible  como el templete de Guacas, el archivo municipal, el histórico puente de Santana recuperado por el municipio en el presente año.





Condecoración Orden de la Democracia Simón Bolívar en el grado Gran Cruz Caballero otorgada por la H. Cámara de Representantes. La referida condecoración se ha conferida a distinguidos colombianos, entre ellos el maestro FERNÁNDO BOTERO. 


El 13 de octubre de 2013 recibió la máxima condecoración de la Honorable Cámara de Representante ORDEN DE LA DEMOCRACIA SIMÓN BOLÍVAR EN EL GRADO GRAN CRUZ CABALLERO como reconocimiento a los aportes a la cultura, la educación y la investigación y la reivindicación del patrimonio ambiental y cultural de la región cafetera; asímismo, la alcaldía le confirió LA ARAUCARIA DE ORO.    

La  obra publicada por la editorial española es el resultado de varios años de investigación sobre el Paisaje Cultural Cafetero, revelando aspectos desconocidos de esta trascendental gesta histórica . En el año de 2016, publica la obra Santas, Mozas y Mujeres Públicas que plasma la historia de la mujer en el proceso de Colonización , siglos XIX y XX. 

Con la laureada locutora María Teresa Pachón F.

En el homenaje al escritor Benjamín Duque
El Templete de Guacas, una vez recuperado.

viernes, 4 de octubre de 2013

Valores que inspiraron la fundación de Santa Rosa de Cabal



Valores que inspiraron la fundación de Santa Rosa de Cabal.


Jaime Fernández Botero. Abogado e historiador, miembro de número de la Academia Pereirana de Historia.



Durante la época de la Colonia, Antioquia era una de las provincias más pobres del Virreinato de La Nueva Granada. Su economía dependía básicamente de la explotación del oro y las pocas tierras aptas para la agricultura estaban en manos de terratenientes. Una vez se agotó el oro, se inició el peregrinaje de los colonos antioqueños, inicialmente al sur de la referida provincia y más tarde hacia el sur del río Chinchiná donde el gobierno nacional, una vez consolidada la independencia, estaba entregando tierras a los colonos al norte de la Provimcia del Cauca. 

Como las tierras ocupadas por los colonos antioqueños al sur de Antioquia, las reclamaba el terrateniente Jesús María Aranzazu y más tarde su hijo, Juan de Dios, quienes legitimaban" su presunta propiedad, esgrimiendo un título o concesión  otorgada por las autoridades españolas, surgió un dramático litigio que causó duros confrontaciones, conocido en la historia como la lucha entre el hacha y el papel sellado, es decir aquellos que reclamaban la propiedad por su esfuerzo y trabajo y el terrateniente que esgrimía unos títulos, que además de arcaicos eran dudosos. aunque les fueran reconocidos por las autoridades de La Nueva Granada en 1828.

En medio de la confrontación Fernín López y un grupo de familias salieron de Salamina, población ubicada en predios del terrateniente y después de permanecer un tiempo en San Cancio (cerro  que se erige donde hoy es Manizales), pasaron por Santa Bárbara., las ruinas del antiguo Cartago(donde en 1863 se fundaría la ciudad de Pereira) y llegaron a Cartago, desde donde gestionaron la autorización para fundar una nueva ciudad.

 
Cerro de San Cancio, hoy. En sus inmediaciones Fermín López se instaló con sus compañeros creyendo estar en territorio Cucano, pero aldarse cuenta que había confundido el río Guacaica con el Chinchináque marcab el límite entre las provincias de Antioquia y Cauca continuó su vida de peregrino , de Moisés de La Montaña hasta Cartago, capital del cantón del mismo nombre, para gestionar la autorización para fundar a CABAL. 


 El 13 de octubre de 1844, se dió lectura en el sitio que hoy ocupa la ciudad, el decreto del Presidente Pedro Alcántara Herrán que "autorizaba la fundación de un sitio llamado Cabal, ubicado en la Provincia del Cauca, república de La Nueva Granada." Los asistentes al acto ( lectura del bando para darle promulgación al decreto), entre los que se emcontraban Fernín López, José Hurtado, Emigdio Buitrago, José Antonio Pino, Grgorio Londoño, Pedro Gallego, Vicente Muñoz, Jesús López, Ignacio Vásquez, Nepomuceno Vásquez. Irén Londoño, Martín López y Ramón Buitrago, qurían que el nombre del asentamiento fuera Santa Rosa; sin embargo, el gobernador de la provincia negó esta posibilidad argumentando que en el país existían muchas poblaciones con el referido nombre de Cabal como homenaje a José María Cabal, héroe fusilado por los españoles durante las guerras de independencia. Sin embargo, en 1852, los fundadores materializaron su deseo cuando la aldea, como reconocimiento a su progreso, fue exaltada a la condición de Distrito Parroquial, el equivalente hoy a Municipio, llamada por la Asamblea Provincial de Antioquia Santa Rosa en honor de la santa de Lima y por elegancia yuris se le anexó el vocablo Cabal y así no desairar al mártir de la Patria.             

La primera autoridad civil fue Vicente Muñoz, quien firma como policía el acta de fundacíon con Fermìn López  como testigo; luego, cuando el sitio se convirtió en aldea, el corregidor fue José Antonio Pino en1846. Más tarde, en 1852. Cabal fue erigida en Distrito Parroquial, ( el equivalente hoy a ciudad)  siendo el primer alcalde fue Vicente Vásquez ; tres ediles conformaban el Concejo Municipal.


MUERTE DE FERMÍN LÓPEZ.Fermín López reconocido líder de grupo de colonizadores, se radicó en Santa Bárbara; desde que pasó por el idílico lugar quedó hechizado por el hermoso paisaje que reflejaba el alucinante espejo formado por los ríos Campoalegre y Campoalegrito serpenteando por entre las montañas del lugar como el imponente Cerro del Volador.


Monumento a Fermín López y los Fundadores, eregido en 1944 cuya historiala contamos enotra sección del prsente blog.
 
El acta de defunción del llamado "Moisés de la Montaña" quedó registrada así : " E n eta Santa Iglesia, de la Viceparroquia de Nuestra Señora de  ls Victorias de Cabal, a los veintisiete días del mes de septiembre de 1846 , yo el coadjutor interino de ella José Ramón Durán de Cázares dísepultura eclesiástica  según el ritual romano a cadáver del señor Fermín López adulto, viudo de la señora Salavadora Osorio y casado en segundas nupcias con la señora Ana Joaquin de Hurtado,  dicho señor López administrá los Santos Sacramentos de Penitencia y Extrema- Unción. Elseñor López murió a la edad de ochenta y dos años de muerte natural. fué hijo de Rionegro en la Provincia de Antioquia; empezó la fundación de Salamina en la misma Provincia y termonó su carrera en esta nueva población, siendo él, el primer explorador de estos miserables desiertos, por cuya razón se ha hecho acreedor a los recueros de sus amigos.
Todo lo expresado y lo relacionado lo certifico y firmo para que así conste .José Ramón Durán de Cázares.       


Santa Bárbarra, el paisaje que embrujó a Fermín López relejado en el alucinante espejo que forman los ríos Campoalegre y Campoalegrito.

 
La aldea desde su fundación fue inspirada por trascendentales valores como el del progreso, el trabajo colectivo, el sentido de pertenencia y la identidad, la solidaridad, la buena fe, la paz, el estímulo a la educación, la fe, la unión de los ciudadanos con las autoridades para  proyectar y materializar las obras públicas etc,


La autorización para la fundación de Santa Rosa tuvo una exigencia perentoria: debía ubicarse por donde en el futuro se construiría un camino para unir a Antioquia y el Cauca, hecho que se efectuó a partir de 1856. Fue el aporte de los santarrosanos al progreso de la región.


EL APORTE DE LA CIUDAD AL PROGRESO DE LA REGIÒN.En el acta de fundación se exigía como contraprestación por ceder gratuitamente las 12000 fanegadas para repartirlas entre los colonos provenientes de Antioquia, que la aldea debía erigirse en un sitio por donde debía pasar un camino que uniría a Antioquia y el Cauca, provincias hasta entonces separadas  por una arisca topografía y maecadas e irreconciliables diferencias idealógicas. Esto revela que en la fundación de nuestra ciudad hubo un determinismo histórico que llevó  en 1856 a  los santarrosanos a unirse con   Villamaría y a Félix de La Abadía para conformar el consorcio ABADÌA Y COMPAÑÍA LTDA con el objeto de construír  El CAMINO DEL PRIVILEGIO, la ruta que trajo el comercio de Antioquia y propició la CIVILIZACIÓN CAFETERA, facilitando las condiciones para que surgieran ciudades que asombraron a América por su vertiginoso crecimiento como Pereira, Manizales y Armenia..



EL TRABAJO, UNA RELIGIÓN. .El trabajo en la época era una religión y todos los fundadores debían laborar gratuitamente en la construcción de caminos, escuela, Casa Consistorial y en general en todas las obras públicas. Por eso, la población fue construida y moldeada colectivamente por todos los habitantes materializando el patrimonio público y propiciando el sentido de pertinencia e identidad; además cuando se trabajaba solidariamente, nacían relaciones de confianza y solidaridad espontáneas y sinceras entre la comunidad; esta condición facilitó el surgimiento de una institución llamada Fianza para Guardar la Paz, por la cual media población le servía de fiador a la otra media y no era por asuntos de dinero, pues cuando dos vecinos se “mostraban los dientes” queriendo reñir, el alcalde los convocaba a la alcaldía, cada uno llevaba un fiador que se  comprometía y garantizaba que su pupilo o la persona a quien estaba avalando no iba a atacar a su rival; Si la agresión se efectuaba, el fiador pagaba con multa o con cárcel, “pagando lo que no se había comido”. Pero así eran las cosas en nuestra ciudad en el siglo XIX y eran los ciudadanos quienes mantenían en su condición de fiadores el orden interno y la paz interior.

En losprimeros años de la fundación y particularmente en épocas especiales como fiestas, el alcalde nombraba por decreto a varios ciudadanos que oscilaban entre 15 y 20) para que cumplieran la función de policías y mantivieran el orden; nadie se negaba y era una obligación que se asumía con decoro y seriedad. Esta costumbre se extendió hasta 1925 cuando se inauguró en la ciudad el ferrocarril, aunque en esa época ya existíaun cuerpo profesional de policía    .


Con el producto del peaje que se pagaba por el paso sobre el río Otún, se financiaba la educación.
 
LA EDUCACIÓN. Los fundadores de la ciudad . cuando se avecindaban en la aldea, firmaban un acta por el cual se comprometían a trabajar en las obras públicas en forma gratuita, esto se llamó el Trabajo Personal Subsidiario y tenían el derecho a recibir en el campo hasta 60 fanegadas de tierra por familia y en lo que sería la parte urbana se les concedía un predio de aproximadamente 25 metros de frente, por 50 de fondo para edificar la respectiva vivienda.

 Como el Estado entregando las tierras  no aportaba nada más, los fundadores debían procurarse las rentas necesarias para atender las necesidades de la población como   la construcción  de la escuela y la cancelaciòn del sueldo del maestro y para obtener los referidos recursos en 1852, 77 santarrosanos dirigido por el sacerdote José Ramón Durán de  C. construyeron un puente sobre el río Otún; aunque el techo era de paja, era casi una réplica del puente de Santana que la actual administración salvó de su destrucción. Los transeúntes debían pagar un peaje por el puente sobre el Otún y el dinero se invirtió en la construcción de la escuela y la cancelación del sueldo al profesor de la escuela, quien era el único que entonces ganaba un salario, dejando así la semilla para que germinara el valioso potencial educativo, una de las fortalezas de la ciudad de hoy.


Histórico puente de Santana, muy similar al construído por los sanatarrosanos en 1852 sobre el río Otún aunque éste último tenía el techo de paja.

 LOS EXÁMENES. La educación era muy exigente y todas las autoridades y l apoblación en general podían seguir el avance de los niños, pues los exámenes eran públicos: 

En diciembre de 1869 repicaban las campanas de la iglesia a las 9 a.m. anunciando la iniciación de uno de los dos exámenes escolares que se hacían al año. Los examinadores eran el sacerdote, todos los integrantes del Concejo, el juez y el Procurador y la iglesia se llenaba con la asistencia de los padres y hasta algunos turistas cuando las pfruebas coincidían con "los regocijos públicos".

Los jurados evaluaban las respuestas con bolas blancas y negra; calificaban con las expresiones "muy bién", "bién medianamente" y "muy malo". El padre Durán preguntaba el Padre Nuestro, Los Sacramentos, Las Obras de Misericordia y hacía persignar a los alumnos. Se usaba la pizarra y las bancas de arena para efectuar las cuatro operaciones, ejercicios con números quebrados, complejos y decimales; en urbanidad, se indagaba como debía ser la voz cuando se trataba con personas de respeto, en citolegia, los deberes del hombre con la sociedad, la familia y consigo mismo. También eran objeto de exámen Los Derechos del Hombre y la División Política de América. La agotadora jornada terminaba a las 3 de la tarde.  
Los ingresos que produjo el puente sobre el río Otún fueron más tarde arrebatados a la aldea y transferidos arbitrariamente a la Provincia del Cauca, hecho que generó la ira de los santarrosanos que suscribieron una sentida proclama de protesta por el inicuo despojo. Sin embargo, como hombres de acción y empuje, muy pronto dejaron el duelo y la indignación y de unieron con Félix de La Abadía y Villamaría para construir el camino que unió a Antioquia con el Cauca. Esta obra fue la primera gran empresa que se creó en el departamento y en el Estado del Cauca y generó grandes beneficios a la región, aproximadamente hasta 1926  cuando enpieza a  funcionar la carrretera a Pereira y luego el ferrocarril que aumenta la oferta en el trasporte desde 1930 aproximadamente. El viajero que pasaba por el camino pagaba un peaje y el dinero se repartía por partes iguales entre los socios. Santa Rosa invertía esta renta en educación, para reemplazar el ingreso que había perdido cuando la provincia le confiscó el peaje del puente. 

 
La priera iglesita se construyó más o menos donde hoy se erigen la papelería Cauca y la Casa de Recepciones los Fundadores. Luego a partir de 1870, la ciudad tuvo un replanteamiento arquitactónico y se selecccionó el espacio para la plaza ( el mismo que ocupa hoy),se empieza a construir el nuevo templo y enla parte norte de la plaza simultaneamente se inician los trabajos para hacer la alcaldía , lllamada entonces Casa Consistorial.La imágen corresponde al parque de Colón en 1917, que luego, en 1930 se transformaría en la Plaza de Bolívar.


LA FE.Los colonos tenían muy arraigados sus principios religiosos. Todos los actos administrativos del alcalde, como resoluciones y decretos terminaban con la expresión DIOS Y PATRIA. A pertir de 1846 llegó el primer sacerdote de la ciudad el padre Josè Ramón Durán de Cázares, quien no sólo fue el Pastor de Almas sino que se convirtiò en el líder de la aldea, para propiciar su progreso; era músico, le encantaba perderse por épocas para ir a buscar guacas a las montañas, lo que provocaba las quejas de algunos vecinos que se sentían huérfanos espiriualmente. Su caráter era fuerte, pues más de una oportunidad amenazó a un parroquiano con excomulgarlo o no dejarlo entrar al templo en la Fiesta del Corpus Cristy que se celebraba con gran devoción y solemnidad. 


Al terminar la guerra que promovió Tomás Cipriano de Mosquera entre 1859 y 1862, obligó a los sacerdotes a solicitar la autorización a las autoridades civiles para ejercer su ministerio, como símbolo de subordinación del clero al gobierno civil , pero Durán de Cázares no aceptó la imposición y como lo ordenaba la ley de Tuición de Cultos expedida por Mosquera, el sacerdote fue expuldado en 1863 al Ecuador. por Tomás Rodríguez, un inspector pues Santa Rosa habìa sido degradada por Mosquera a aldea por no ser de sus simpatías.Cuado regresó, las tensiones entre las autoridades civiles y religiosas se hicieron más tensas y extallaron en 1872, cuando el alcalde Avelimo Osorio ordenó que el día de mercado se hiciera el domingo y el sacerdote no estuvo de acuerdo porque de acuerdo con su opinión el domingo se debía santificar como lo ordenaban los preceptos bíblicos y propuso el sábado para ello, como consecuencia del referido antagonismo, los primeros campesinos que sacaron a la plaza sus productos el sábado fueron abaleados el saldo fue un muerto y varios heridos. Como consecuencia del trágico hecho., el sacerdote se retiró a Cartago. Allì murió.    

LA ENTREGA DE TIERRAS. Santa Rosa de Cabal fue la población que más tierras recibió en el siglo XIX, recomociéndose así su privilegiada posición y su trascendental misión de ser cabeza de playa para dinamizar una región con un invaluable potencial económico. En el decreto de fundación expedido por el presidente PEDRO ALCÁNTARA HERRÁN se le otorgaron 12000 fanegadas; 200 para el área urbama y el resto para concederlas a los colonos; como muy pronto se distribuyeron los predios por la afluencia de vecinos, hubo necesidad de otorgar otras 12000 fanegadas más y en 1863, se completó el proceso cuando la Convención de Rionegro concedió 24.000 hectáreas más.

Los fundadores sembraron inicialmente, productos que pudieran cosechar en corto tiempo como fríjol y en especial el maíz. Como al consumir el maíz quedaba un ex cedente imposible de comercializar por que no habían pueblos cercanos., se empleaba en la alimentación de las aves de corral  y en los cerdos hecho que explica el calificativo de hueveros que tienen los habitantes de la ciudad y el record mundial del chorizo que obstenta Santa Rosa. 

SANGRE, SUDOR Y LÁGRIMAS. La vida de los habitantes de la aldea en el siglo XIX, no transcurrió en un lecho de rosas, periódicamente una plaga de langostas, devoraba las cosechas y el pasto alimento del ganado, afectando las pocas reses existentes y en promedio cada diez años se desataba en el país una guerra civil que alteraba el orden social basado en el trabajo colectivo, la construcción cooperativa del patrimonio público y las relaciones de confianza. 

En 1859 escribía el alcalde Francisco Monroy:" febrero 16 informo a esta gobernación lo siguiente: 700 pobladores poco más o menos, incluso en estos , los mayores de 21 años y mujeres viudas y solteras con excepción de los consortes de aquellos , hay en este distrito su frecuente ocupación es trabajar en las montañas como ocupación en industria agrícola hace sentir de día en día la suna trascendencia de este lugar y la atracción de otros vecinos, puesto que del Estado de Antioquia se hallan alistados más de 50 familias para trasplantarse a este Distrito en razón de que aquí  se pueden tener una completa posibilidad de garantías como en sus propiedades y para que se les de a cada uno la porción de terreno que por tal hecho la ley les otorga para cultivarlos y tener de el nuevos artículos y vivir por condiguiente apartados de las penurias que nuchas veces por la desidia al trabajo y a una ocupación de provechosa utilidad los aflige y pone en amargor su situación"  

El siglo XIX , fue dramático para los santarrosanos y en general para toda Colombia, pués cada diez años había una guerra civil con horrendas consecuencia para la población: confiscaciones, impuestos, reclutamientos forzados, alteración del orden  represalias para quien no apoyaba el conflicto, ocupaciones del pueblo por ls ejércitos en contienda y persecusiones para los perdedores, una vez acababa la confrontación,

 En el referido año, las tensiones se habían acumulado y el volcán estaba a punto de estallar. Tomás Cipriano de Mosquera, Gobernador del Estado del Cauca, se preparaba para rebelarse contra el Presidente Mariano Ospina Rodríguez y mediante la ley 81 del 11 de octubre de 1859 dividió la Provincia del Quindío en 4 distritos: Cartago, La aldea de María , Toro y Riosucio. Santa Rosa perdió su calidad de distrito y a pesar de las quejas de sus habitantes para que no se "refundiera" con la aldea de María, fue rebajada de categoría y relegada a depender administrativamente del disrito que hoy es Villamaría.
Y a guerra estalló destruyendo la idíllica imágen que el alcalde Francisco Monroy había descrito en la carta transcrita :  

El 3 de noviembre de 1859 el alcalde recibe una carta del Poder ejecutivo del Estado del Cauca,  " invitando" a los ciudadanos de la aldea a hacer "voluntariamente" un empréstito al Estado  quedando exentos de hacer una nueva contribución forzosa durante el período fiscal. En el mes de diciembre se impone un empréstito a los habitantes de la ciudad y los términos eran intimidatorios, tanto para los conminados a pagar como para el alcalde pues se hacía la salvedad que " ...el individuo que no consignara en el acto el dinero sonante lo remitirá con las seguridades necesarias y sin admitir fianza.Ud en calidad de alcalde será directamente responsable por la falta de cumplimiento de ésta ordfen, bién entendido que sí la cantidad no está aquí dentro del término señalado será usted reclutado y remitido al cuartel general de la primera división. La amenaza de embargo de los ganados y propieddes también pesaba sobre la población y la declaratoria de ser enemigos del Estado, por no acceder a las exigencias del gobernador Tomás Cipriano de M.  

Entre diciembre de 1859 y enero de 1860, CARRILLO un intendente al servicio del Presidente de la Nueva Granada atacó las fuerzas de MOSQUERA en Cartago y el norte del Estado y aunque al principio obtuvo algiunas victorias abatiendo al general MURGUITIO, quien había sido uno de los héroes de la Independencia, muy pronto Mosquera controló la situación, venció a CARRILLO y pasó a tomar la iniciativa en la guerra. El 4 de marzo de 1860 seconmina a todos los varones habitantes de Santa Rosa de 18 hasta 50 años a presentarse ante el alcalde con un arma sino lo hacen así SERÁN CONSIDERADOS HOSTILES Y ENEMIGOS DEL ESTADO DEL GOBIERNO LEGÍTIMO DEL CAUCA Y APERCIBOS COMO TALES PARA SER JUZGADOS.

El 17 de mayo de 1860 el corregidor CARLOS ÁLVAREZ  y los habitantes de Santa Rosa, ya degradada, reciben comunicación del régimen de Mosquera anunciando que desde el 8 del citado mes el Estado Soberano del Cauca se había declarado independiente y separado de la Nueva Granada. La noticia se leyó ante toda la población por bando y se agregaba, además que todos los funcionarios debían firmar una declaración donde en forma expresa se comprometía a respaldar la decisión y garantizar fidelidad al Cauca. 

 
En el momento en que se inició la guerra civil el país tenía el nombre de la Confederción Granadina y al finalizar el conflicto se llamó Estados Unidos de Colombia.


Entre mayo y agosto, las fuerzas de MOSQUERA avanzan hacia Manizales para atacar las fuerzas antioqueñas que constituían un poderoso bastión del gobierno del Presidente MARIANO OSPINA RODRÍGUEZ y aunque no pudo vencerlas logró hacer un armisticio que se conoció con el nombre del TRATADO DE LA ESPONSIÓN. El tránsito del referido ejército por la población de Santa Rosa se puede seguir cuando vemos las confiscaciones que sufrieron los habitantes.    

Mientras tanto, la situción del corregidor era angustiosa, las  ordenes de los líderes eran perentorias y difíciles de cumplir  en una aldea donde sólo reinaba la pobreza: " el 4 de mayo la Segunda y Tercera División del ejército estarán en esa población, usted garantizará víveres y alojamiento para 2.000 hombres y deberá reunir 10 hombres patriotas decididos por la causa con la velocidad del rayo.." Además tenía autorización para ordenar brigadas que se desplazaban a las poblaciones vecinas por donde no pasaban las fuerzas militares, como Palestina y San Francisco ( hoy Chinchiná), expropiando ganados, panela, sal, sembrados de maíz y todo cuanto fuera útil para abastecer a los ejércitos.

En su ruta hasta Manizales, las fuerzas de Mosquera dejaron una estela de expropiaciones; algunas de ellas las consignamos aquÍ remitidas por el corregidor CARLOS ÁLVAREZ, buscando después alguna indemnización expresando relacionar " los daños a ESTA TRISTE ALDEA O A SUS VECINOS DURANTE EL TIEMPO DESDE EL 22 JUNIO HASTA LA FECHA A CONSECUENCIA DE LOS MOVIMIENTOS BÉLICOS . LAS RESES QUE SE DESPROPIARON  (SIC) DESDE AQUEL TIEMPO A LOS VECINOS CON INCLUSIÓN DE DICHAS RESES, LOS DAÑO SY PERJUICIOS ASCIENDEN A LA SUMA DE 2.540,40 ."

Los peritos establecieron los daños y el nombre de los afectados: JOSÉ T. RODRÍGUEZ: 35 fanegadas de maíz, tejas y ladrillos destruídos, un marrano, varios daños a la casa TOTAL 103; JULIÁN MORA: una escopeta, valor producto de las salinas de Campoalegre total 82,80; EMIGDIO BUITRAGO (fundador de la ciudad) : una res y fanegadas de maíz valor 28,80; JOSÉ M.GARCÍA: una res , almudes de maíz y víveres; el sacerdote JOSÉ RAMÓN DURÁN DE CAZÁREZ : 16 fanegas de maíz a raon de 2 pesos la fanega total 32; BENITO BURTICÁ: 4 RESES suministradas a las fuerzas 60 pesos, una fanega de maíz 6, total 66; JOSÉ TOMÁS RODRÍGUEZ, quien a pesar de ser aliado de Mosquera también fué víctima de las circunstancias se le expropiaron 25 fanegas de maíz a razón de 2 pesos fanega, tejas y ladrillos destruídos 20 pesos, un marrano 8 pesos y varios daños hechos en la casa total 105 y así se van enumerando los daños y los afectados hasta llegar a la suma indicada por el corregidor de 2.540, 40.

 
Mientras se desarrolló la guerra, Mosquera se autoproclamó Supremo Directos de la Guerra y en su paep de reformador empezó a cambiarle el nombre a la Confederación Granadina y una vez expedida la Constitución el país tomó el nombre de Estados Unidos de Colombia.


MOSQUERA venció en esta guerra y la Convención de Rionegro lo proclamó Presidente de Los Estados Unidos de Colombia y expidió la Constitución de 1863, estableciendo un régimen federal con 9 Estados independientes y separando la Iglesia del Estado obligando a los sacerdotes a pedir autorización a las autoridades civiles para ejercer su ministerio, hecho que produjo una confrontación con el sacerdote de Santa Rosa que ya contamos en el presente resúmen.