domingo, 24 de abril de 2016

Santas, mozas y mujeres públicas.

En breve, el autor del presente blog, lanzará su nueva obra. A continuación presento un adelanto de la misma.

Santas, mozas y mujeres públicas.

El imperio de la autoridad masculina e perpetuó a través de los siglos en todas las clases y en las diferentes sociedades y épocas históricas. El mundo, moldeado por el hombre a través de la fuerza y la violencia de las guerras, dio origen a la antiquísima estructura social, psicológica y política donde el varón ostentaba el poder y usufructuaba los privilegios quedando la mujer relegada a ignominiosos niveles de marginalidad, sumisión y exclusión.
El estereotipo propio del pensamiento dominante, influenciado por los prejuicios ancestrales, se replicó en los conceptos religiosos, filosóficos y legales.



 Pandora en la mitología griega y Eva en el catolicismo, encarnan la perdición del hombre; los grandes pensadores como Aristóteles, considerado por algunos,, el modelo de todos los teólogos y la filosofía escolástica, catalogaba a la mujer “como un hombre inferior” y como las leyes son el resultado de los factores reales de poder, el código de Napoleón, cuyo compendio normativo sirvió de base para que Andrés Bello redactara las normas civiles de los países americanos, ente ellos, el colombiano, equiparó a la mujer casada con una menor de edad; aún después de adulta, no podía actuar legalmente, por sí misma, ni comprar ni vender sus bienes, ni viajar sin permiso de su marido.

Este sino dramático suscitó frases de angustia como la de Alfonsina Storny, quien interpretando el momento histórico que vivían sus compañeras de género exclamó, antes de inmolarse:”! Señor, el hijo mío que no nazca mujer!

Contracarátula de la obra Santas, Mozas y Mujeres Públicas , cuadro pintado especialmente para el libro por la destacada artista colombiana Catalina Hoyos P.


Pero el acero se templa a golpes. Surge el movimiento feminista con ímpetu alimentado por la llama interior de la libertad y la dignidad cuestionado las raíces más profundas de las relaciones entre los hombres y las mujeres apuntando a una nueva manera de entender el mundo. A pesa de los insultos y ofensas de “vírgenes amargadas”, “libertinas”, “hienas con faldas” el movimiento feminista levantó vuelo con la convencido que su opresión no formaba parte de un destino fatal, estremeciendo por su inusitada vehemencia, el modelo de sociedad de entonces, en lucha abierta contra la fuerza pública, fustigando con decisión los estamentos políticos y legislativos o empleando la resistencia civil acogida más tarde por Mahatma Gandhy.

 Al final el sendero abierto por las valientes activistas culminó con la reivindicación de sus derechos civiles hasta tipificar la frase de W.R.Wallas:”la mano que mece la cuna, es la mano que rige el mundo.”



Indira Gandhi: La mano que mece la cuna , es la mano que rige al mundo."




Benazir Bhutto, Primera Ministra de Pakistán.


La historia ha reconocido a Olimpia de Gouges, Emily Davinson, Manuela Beltrán, Policarpa Salavarrieta  y muchas valientes mujeres más Su admirable gesta en defensa de su dignidad y sus derechos; queremos con el trabajo de investigación Santas, mozas y mujeres públicas rescatar del olvido el nombre y la gesta de un grupo de humildes aldeanas que en su condición de esposas, amantes o mesalinas levantaron su voz para no aceptar sumisamente las imposiciones arbitrarias de entonces, en el marco de las transformaciones sociales, políticas y económicas de Cabal, un pueblo caucano, nacido en el seno de la Colonización Antioqueña.
  



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