sábado, 30 de junio de 2018

Santa Rosa de Cabal : pinceladas históricas.



 

Proceso poblacional. El 13 de octubre de 1844, ante un grupo de colonos antioqueños venidos de Salamina, encabezados por Fermín López, Gregorio Londoño, José Antonio Pino y otros, se dio lectura al decreto del Presidente Pedro Alcántara Herrán que autorizaba “la fundación de un sitio llamado Cabal, ubicado en la Provincia del Cauca, cantón de Cartago, República de la Nueva Granada”. A la nueva población se le concedieron inicialmente 12.000 fanegadas de tierras baldías en inmediaciones del río San Eugenio; cada familia tendría derecho a tener hasta sesenta fanegadas de acuerdo con el número de sus miembros como posesiones de campo, aparte de los predios asignados en el área destinada para población.
 La ubicación de Cabal era estratégica e ideal para dinamizar procesos económicos entre el Cauca y Antioquia; por eso, en el acta de fundación se le exige a los pobladores que “la población quede en un punto por donde deba pasar el camino principal que ha de poner en comunicación directa los cantones de Salamina y Cartago”, es decir servir de nexo integrador entre Antioquia y el Cauca, entonces separados por la agreste naturaleza y fuertes diferencias ideológicas.  Además, ratificando su privilegiada posición para impulsar significativos procesos económicos, fue el distrito que más tierras recibió por parte del Estado en el siglo XIX; pues  su territorio se ensanchó con otras concesiones de baldíos cedidos en 1849 y 1863.

 
Valores familiares.



Solidaridad y procesos comunitarios.La nueva población surgió bajo los valores inherentes al trabajo comunitario: una vez asignados los predios por los agrimensores designados por la comunidad, entre ellos el primer sacerdote José Ramón Durán de Cázares, era necesario construir colectiva y gratuitamente, los bienes de uso público como iglesia, escuela, cementerio y caminos para ir uniendo las diferentes fracciones con la cabecera de la aldea. Muy pronto, en 1852, con el nombre de Santa Rosa de Cabal, adquirió el estatus de Distrito con autonomía administrativa y regida ya por un alcalde y un concejo de tres miembros. Ya en 1858 se había construido el camino exigido por el decreto del  Presidente Herrán, conocido con el nombre del Camino del Privilegio, con la colaboración de  Villamaría y el empresario Félix de la Abadía, obra trascendental que unió a Antioquia con el Cauca,  desencadenado el flujo comercial entre las dos fracciones de la patria , ya convertidas en Estados, y consolidando las bases para el surgimiento de una cultura excepcional y solidaria que propiciaría después, con la inserción del café en la economía mundial, un interesante orden social reconocido por el mundo a través de la UNESCO, como Patrimonio de la Humanidad.

Educación : una prioridad desde la fundación.




La Comunidad Vicentina y su apostolado en pro de la educación.



Educación. La educación fue siempre un objetivo prioritario de los primeros pobladores; inicialmente, se pagaba al maestro con aportes o “mandas” voluntarias aportadas por los habitantes, luego, aprovechando el trabajo comunitario, se construyó sobre el río Otún en 1852 un puente de “madera fina labrada” con techo de paja y como impuesto de pontazgo se cobraba una tarifa por el paso de transeúntes, mercancías y semovientes. Esta renta tuvo una destinación especial: el pago del maestro escolar y la construcción de la primera escuela. Entonces, sólo el preceptor, como se llamaba al educador, ganaba sueldo; los otros funcionarios como el alcalde e incluso el juez parroquial carecían de remuneración, su servicio era “a título oneroso y de obligatorio cumplimiento” y además, cada ciudadano cumplía el papel de policía determinados días a la semana a título gratuito.
 La semilla de la educación  floreció años después, cuando Santa Rosa tenía todas las modalidades educativas y era considerada centro educativo de primer orden evidenciado, en nuestra época de estudiante, al final del año escolar, cuando cientos de educandos se concentraban por las noches en la plaza de Bolívar recorriendo su periferia repasando y discutiendo los temas y materias objeto de los rigurosos exámenes de entonces.



El comercio, 1948.




Esencia de una técnica constructiva ya vías de extinción.




Plaza de Bolívar  de los punto de encuentro de  los santarrosanos de ayer y hoy.



Economía.El maíz fue el producto agrícola más importante, durante los albores de la fundación; se empleaba para la alimentación y su excedente servía para propiciar una significativa producción pecuaria de cerdos y gallinas que explican la vigencia hoy de estos renglones productivos con la próspera industria del chorizo y el calificativo de hueveros, endilgado por los habitantes de ciudades aledañas  cuando el nutritivo alimento, donado por los vecinos para realizar obras de caridad o escuelas, era llevado para ser comercializado en otros lares como Pereira.
 El café comienza a tener relevancia a finales del siglo XIX y en 1905 la agricultura era la principal fuente de ingresos; para diversificar las fuentes rentísticas y el fomento del empleo se trajo un detenido de la cárcel de Popayán, experto en telares quien se encargó de difundir esta modalidad artesanal que hoy es una de las actividades más representativas de la ciudad. Por esta época también se obtuvieron copas y entrecopas para enseñar la fabricación de sombreros. Ya en 1911, el municipio tenía una próspera industria de sombreros de paja exportados a los mercados de Nueva York y Alemania; en este mismo año  aparece en el presupuesto de rentas el impuesto a las despergaminadoras de café, iniciando el auge que tendrían en Santa Rosa las trilladoras con su trascendental aporte al empleo iniciando con fuerza la cultura cafetera en nuestro medio complementado con el fomento de la ganadería por los sacerdotes de la Escuela Apostólica, quienes trajeron el pasto micay y convencieron a las familias notables para adquirir vacas que eran ordeñadas en el interior de los solares o en las mismas calles.
 Otras actividades productivas marcaron el emprendimiento de la clase dirigente de entonces: fábricas de cerveza, velas, jabones, café (Reysol y herradura) y cuando en 1930, la caída de la bolsa en New York dejó sin empleo a muchos santarrosanos, se optó por iniciar la construcción de la plaza de mercado con el fin de ocupar la mano de obra cesante.

 
 
 





Parque Alejandro Arango.






Los sueños y los ideales de ayer que moldearon en su momento los valores de un pueblo.




Cultura. Como todo pueblo nacido en el seno de la Colonización signado por el trabajo colectivo, las actividades culturales contaban  con la participación general. Los actos más relevantes procedían de “las fiestas y regocijos públicos” y la celebración de las fiestas patrias con vistosos desfiles, concursos literarios, poéticos y otras manifestaciones de las bellas artes. Así, a manera de ejemplo en 1883, se celebró el centenario del nacimiento del Libertador Simón Bolívar con la participación entusiasta de toda la comunidad: la alborada abría los fastos y continuaban a las diez de la mañana con la misa en “la iglesia matriz”; asistían empleados, profesores, alumnos y población en general. A las doce del día se iniciaron los actos literarios donde los niños declamaban, representaban sainetes o leían composiciones alusivas a a la conmemoración. Un jurado evaluaba las presentaciones y seleccionaba a los más destacados para ser premiados en las horas de la noche como cierre de la jornada.
 
 Estos actos cívicos y patrios se repitieron a lo largo del siglo XX aumentando la cohesión social y el fervor cívico cuando se tomaba a los asistentes el juramento a la bandera ya sea por un estudiante destacado o el alcalde de la ciudad: “ juráis por Dios, fidelidad a mi bandera y a mi Patria, Colombia, la cual es símbolo de una nación soberana e indivisible regida por principios de libertad, orden y justicia para todos? ¡Sí juro¡ respondía la multitud con un fervoroso clamor salido de lo más profundo del alma, finalizando, quien tomaba el juramento con estas significativas palabras; “ si así lo hicieras, que Dios y la Patria os lo premien o si no; que El o Ella os lo demanden,






Significativos desfiles que integraban a la comunidad .






El líder inmolado Jorge Eliécer Gaitán tuvo la oportunidad de visitar a Santa Rosa en 1940 y siempre recordó a Santa Rosa por sus desfiles ricos en significado, belleza y participación comunitaria.





1940. Doctor Jorge Eliécer Gaitán, Ministro de Educación en Santa Rosa.


Conclusión: el itinerario histórico de la ciudad transcurrió con luces y sombras: su territorio fue mutilado para  dar origen a otras entidades territoriales como Chinchiná, Villamaría, Segovia, hoy Marsella y por último Dosquebradas, que usufructuó las empresas e industrias que la clase dirigente de entonces había propiciado para fomentar el empleo y el dinamismo económico, quedando la localidad convertida en una ciudad dormitorio, dependiendo del turismo y actividades que recientemente han tenido una marcada relevancia, marcando un punto de inflexión, como los procesos del café y el chorizo que se proyectan con muchas posibilidades de obtener el sello de denominación de origen.

 Estos hechos históricos moldearon el alma de nuestro pueblo y marcaron la esencia de una época; queda por documentar en el presente escrito muchos eventos que nos permitirían interpretar la realidad actual de Santa Rosa y el futuro que se avizora. Ojalá la vida nos dé la oportunidad de hacerlo.     

 

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